Sucesos

Experto en investigación criminal: “A los sicarios les basta con que les paguen, el motivo no importa”

Pistoleros jóvenes actúan por dinero, popularidad y el supuesto respeto que ganan al asesinar

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Los sicarios cada vez son más jóvenes y el motivo por el que deben matar a alguien no les importa, solo les interesa que les paguen.

Así lo explica Rogelio Ramírez, abogado y consultor internacional en investigación criminal.

Aunque la gente relaciona el termino sicariato con el narcotráfico, lo cierto es que ahora va más allá y estos delincuentes actúan no solo en temas de drogas, sino por situaciones pasionales, venganzas o hasta por razones políticas.

El caso más reciente sería el de Karolay Serrano Cordero, la joven que desapareció el 12 de agosto del año pasado. Para el OIJ ella es una víctima del sicariato ya que, al parecer, por razones pasionales su novio, un hombre de apellido Cubillo, la habría mandado a matar.

Se cree que lo habría hecho para proteger una relación más estable que tenía con otra mujer. El hombre aparentemente contrató y pagó por el crimen. De hecho, dos hombres más están detenidos por este caso, uno como supuesto cómplice y el otro sería el sicario.

En las faldas del volcán Barva en Heredia encontraron varios huesos y ropa que le pertenecería a Karolay. En las próximas semanas se conocerán los resultados de las pruebas de ADN.

El director del OIJ, Wálter Espinoza, aseguró que en Costa Rica han detectado casos en los que los sicarios cobran ¢50 mil, ¢100 mil o hasta ¢500 mil.

“Los precios varían, para nuestra mala fortuna tienden a la baja, no son montos tan altos como los que se pudiera pensar al tratarse de la vida de una persona, entonces no son montos inalcanzables para nuestra mala suerte”, señaló Espinoza.

Con gran preocupación, el jefe judicial aseguró que han tenido varios casos en los que los sicarios son menores de edad.

Fácil de conseguir

El abogado Rogelio Ramírez ha dedicado una parte de su vida a estudiar y analizar la criminalidad, él asegura que el sicariato es un fenómeno muy común y en este continente empezó en Colombia.

“Estamos ante un sicariato que se ha extendido más allá de temas de narcotráfico. A los sicarios les basta con que se les pague porque el motivo no importa.

"Incluso estamos ante un panorama de otras personas, delincuentes que se dedican a buscar jóvenes o adultos para sacar mano de obra barata, es un insumo fácil de conseguir”, explicó Ramírez.

Según el experto, en Costa Rica y en los países de la región, los sicarios tienen edades entre los 16 y 35 años, su mayoría o totalidad viven en un ambiente de pobreza, en hogares disfuncionales, con poco acceso a la educación y los deportes y son muy cercanos a las drogas.

“El perfil del sicario no varía mucho, sigue siendo producto de las mismas condiciones socioeconómicas y culturales que en algún momento potenciaron esta actividad. Es esperable que se trate de individuos sin mayor escolaridad, con escaso historial delictivo”, comentó.

Además del pago, los menores se meten en esta actividad delictivo por un asunto de inmadurez.

“Se ven tentados a querer conseguir dinero de una forma rápida. Además del dinero, en lo que se convierten les permite tener el respeto de personas que les reconocen la forma de actuar, de atacar a la víctima y hasta la forma de escapar.

"Además llegan a ser crueles y eso los hace sentirse bien en un momento en que deberían empezar a dar sus primeros pasos en la sociedad”, añadió.

El abogado explica que, después de cinco o seis años ejecutando los asesinatos, es normal que pasen a ser quienes coordinen los delitos.

“En virtud de la oferta y la demanda, cada vez hay más jóvenes dispuestos a cometer esos delitos por un reconocimiento de dinero, el panorama es cada vez menos alentador en la búsqueda de posible soluciones”, señaló.

Este investigador forense asegura que entre más crece el desempleo y la pobreza, aumenta el número de personas dispuestas a dar ese paso para ganar dinero.

Desde los romanos

Pero, ¿de dónde viene el termino sicario? El criminólogo Gerardo Castaing nos explicó que proviene de la época del Imperio Romano.

“En aquella época, cuando algunos políticos romanos deseaban eliminar a algún enemigo, contrataban a soldados romanos y les pagaban para que realizaran la operación.

“Ellos usaban un cuchillo cuya hoja era una semiluna, pequeño y fácil de esconder dentro de las capas que usaban. Por la forma del cuchillo, el movimiento se realizaba en el cuello de la víctima y a esa lesión, por la cual moría, se le conocía como ‘Sica’ de ahí deriva el nombre”, explicó.

Según el criminólogo, lo común es que exista una persona interesada en acabar con la vida de alguien y que cuente con el dinero para pagar, después hay un sujeto en el medio que intercede en la contratación y en un último escalón se encuentra el sicario.

Recordados casos

Otro caso muy recordado fue el de Gerardo Cruz, quien fue asesinado por un sicario menor de edad.

Cruz se dio a conocer en las redes sociales por difundir un video de un caso de acoso callejero y, aunque en un principio se sospechaba que su muerte se debió a eso, no fue así. Lo que realmente pasó fue que su expareja Samady Fonseca Fernández lo mandó a matar movida por los celos.

Ella fue sentenciada a 25 años junto a su hija Kristina, quien fue su cómplice y deberá descontar 20 años de encierro. Ellas contrataron a cuatro hombres para ejecutar el plan. Dos de ellos, apellidados Arce y Chaves, fueron condenados a 20 años, un menor de edad fue juzgado en un proceso aparte y otro hombre nunca fue detenido.

Gerardo fue apuñalado el 7 de octubre del 2015 en la Colonia Keneddy en San Sebastián y falleció 42 días después, el 19 de noviembre, en el hospital Calderón Guardia.

Otro caso de sicariato fue el asesinato del fiscal Hans de la O Solís, de 49 años.

Le quitaron la vida el 22 de noviembre del 2017, en el barrio El Jardín en Calle Fallas de Desamparados, cuando iba a guardar el carro en su casa. Unos pistoleros le dispararon cuatro veces y murió un día después en el hospital San Juan de Dios.

“Con absoluta claridad nosotros hemos desechado la hipótesis de que este homicidio esté vinculado con temas de naturaleza funcional o que sea una venganza como consecuencia de la actividad laboral del fiscal y llevamos como línea de trabajo que esto es un tema pasional”, dijo en aquél momento Walter Espinoza, director del OIJ.

El OIJ no pudo dar con la persona que ordenó el ataque, pero sí con los sicarios, dos hombres que fallecieron en un accidente de tránsito en la rotonda de las Garantías Sociales de Zapote en noviembre del 2017. Eran de apellidos Barrantes y Fernández, ellos venían de un entorno de pobreza.

Los casos de sicariato por drogas o venganza son los más comunes. Uno fue el de la modelo Pamela Céspedes y su novio, el guatemalteco Sigifredo Fernández Sierra, de 52 años.

De hechom este fue catalogado como un caso de sicariato internacional, ya que desde Guatemala dieron la orden de matar al hombre, la joven fue una víctima colateral.

La pareja había llegado al país ese mismo día, el 8 de noviembre del 2012, procedente de Guatemala y viajaba por la ruta 27 en el sentido San José - Caldera. A unos 3 kilómetros del peaje de San Rafael de Alajuela fueron interceptados por los atacantes. Tras terminar la investigación del caso, el OIJ aseguró que el hombre estaba ligado al narcotráfico y lavado de dinero.

Tanto para Castaing como para Ramírez, existe una necesidad de que en las comunidades donde hay pobreza se potencie el deporte para que los jóvenes que se podrían ver tentados encuentren una actividad que los aleje de la delincuencia, además de garantizarles la posibilidad de culminar sus estudios.

Silvia Coto

Silvia Coto

Periodista de sucesos y judiciales. Bachiller en Ciencias de la Comunicación Colectiva con énfasis en Periodismo. Labora en Grupo Nación desde el 2010.

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