Expolicía pasará 15 años en la cárcel

Un exoficial de la Fuerza Pública de apellidos Hernández Delgado fue condenado ayer a 15 años de cárcel por el Tribunal de Juicio de Limón porque asesinó a un hombre por la espalda cuando aún era poli. 

La victima fue identificada como Fernando Rodríguez Arana, de 37 años y quien falleció el 24 de julio del 2008 en Estrada, Matina.

Hernández y un compañero de apellido Umaña aparecieron aquel día sorpresivamente no en un vehículo oficial, sino en uno particular propiedad de un nicaragüense que lo usaba para “piratear". Hernández llevaba una subametrallado Uzi y le dio la orden de detenerse a Rodríguez, quien salía de un abastecedor.

“Rodríguez, al ver el arma, se asustó y corrió en búsqueda de refugio en una casa ubicada al frente del abastecedor”, expuso la fiscal Carmen Zúñiga al leer la acusación.

Hernández, en lo que se consideró como “un acto arbitrario” accionó el arma y le dio a Rodríguez por la espalda. El hombre cayó al suelo boca abajo y falleció después en el hospital.

En silencio

El sentenciado no quiso declarar en el juicio, pero Cristian Piedra, quien era asesor legal del Ministerio de Seguridad Pública sí dio su testimonio.

El policía le dijo que habían perseguido a Rodríguez hasta cierto punto, donde ya no pudo seguir y hasta quedar de espaldas a ellos. En ese instante presuntamente se llevó la mano a la pretina del pantalón, con la presunta intención de sacar algo y que al querer darse vuelta y enfrentarlos, “él (Hernández) no iba a esperar a ver si tenía o no un arma porque lo primero era la seguridad de ellos”. Piedra le consultó en aquella ocasión si Rodríguez  iba armado y le respondió que no.

Al parecer, Hernández le argumentó a Piedra que habían sido llamados al sitio para atender un incidente con una persona “muy problemática que acababa de salir de la cárcel”.

Sin embargo, se supo que ese día a Rodríguez lo habían dejado salir de un centro de rehabilitación para que visitara a su madre y debía regresar.

La presidenta del tribunal, Jennifer Rosales, aseguró que  la participación de Hernández quedó debidamente acreditada, en especial por las manifestaciones de los testigos. 

La familia había pedido una acción civil de ¢125 millones, pero al final solo les tendrán que pagar ¢25 millones por daño moral

“En el fondo creo que el acusado debió merecer una pena mayor de prisión. Sin embargo, estoy satisfecho porque creo que se hizo justicia. En cuanto a nuestras pretensiones de indemnización en eso tampoco hay discusión porque non hay dinero alguno que me traerá a mi hijo de regreso”, expresó Pablo Rodríguez, padre del difunto.

Después de lo ocurrido Hernández fue dado de baja en la Policía. Él ya había descontado una pena de seis años por robo agravado pues en el 2010 se metió con otros cinco hombres a la agencia del banco Popular de Cariari. Los relacionaron con la banda del acetileno