Un extranjero logró engañar a las autoridades por 19 años, ya que durante todo ese tiempo usó una identidad falsa para vivir tranquilamente en Costa Rica.
Incluso, utilizó su “nuevo nombre” para hacer trámites bancarios y en otras instituciones públicas.
Al nicaraguense de apellido Medina se le acabó la suerte este viernes, cuando el Ministerio Público y la Policía Profesional de Migración finalmente se enteraron de que todo era un cuentazo.
El vivazo fue detenido en las cercanías del plantel de Fuerza y Luz en Goicoechea y será investigado por el delito de suplantación de identidad, es decir, por hacerse pasar por otra persona.
De acuerdo con las autoridades todo inició en el año 1999, cuando el extranjero logró engañar a las autoridades migratorias para obtener la residencia permanente en el país usando la identidad de otro extranjero de apellido Simonez, quien sí contaba con los requisitos para quedarse en Costa Rica.
Como el hombre vio que la jugada le salió bien y no levantó ningún tipo de sospecha aprovechó para sacarle el jugo a su “nueva identidad”, por lo que se hizo de cuentas activas en bancos estatales y en otras entidades públicas de forma “legal”.
Por medio de la Gestión de Investigaciones de la Policía Profesional de Migración, también se logró comprobar que durante esos 19 años Medina tuvo varios trabajos, pero especialmente se desempeñó como oficial de seguridad privada en varios comercios.
Pero la historia del extranjero dio un nuevo giro en el 2017, ya que en ese año reconoció a un niño costarricense como su hijo, en esa ocasión si usó su identidad real y no la de Simonez.
Las autoridades presumen que el vivazo hizo esto con el fin de obtener la residencia permanente por vínculo con un costarricense, en este caso con su hijo.
El extranjero fue puesto a las órdenes del Ministerio Público de San José, en donde se le abrirá una investigación por el uso de la identidad falsa y se determinará cuál sería su condición migratoria actual.