Una vecina de Cartago vivió una verdadera noche de horror dentro de su propia casa por culpa de unos falsos policías, quienes la encañonaron para robarle varias de sus pertenencias, entre estas un Isuzu D-Max, modelo 2022.
Pero más allá de lo material, los maleantes le quitaron algo a la señora que para ella vale más que el oro: sus dos amadas perritas de la pomerania, Milu y Hanna.
Ese es el drama que está viviendo Gabriela Vásquez, de 45 años, quien la noche de este jueves 15 de mayo fue rehén dentro de su propia casa, en La Angelina de Cartago, luego de que cuatro falsos policías “allanaron” su vivienda.
“Eran cuatro personas y una de ellas siempre me estuvo encañonando mientras los otros sacaban las pantallas, se robaron el carro y mis perritos, que es lo que me interesa recuperar”, contó a La Teja.
Vásquez dijo que aún se encuentra muy afectada por lo sucedido, pero su mayor preocupación es encontrar a sus perritas lo antes posible, porque más que mascotas son miembros de su familia.
LEA MÁS: OIJ se pronuncia y dice lo que ocurre con Santiago Delgado, quinceañero que está desaparecido
Atacaron de noche
Los hechos, por los cuales Gabriela ya presentó la respectiva denuncia ante el Organismo de Investigación Judicial (OIJ), ocurrieron entre las 9:30 p.m., y las 10 p.m., para ese momento ella ya se encontraba descansando en su cama.
“Yo vivo sola y ya estaba acostada, entonces ellos quebraron los vidrios de atrás y se metieron a la casa. Empezaron a gritar: ‘Policía, Policía’, venían todos encapuchados y con chalecos negros. Me pusieron las pistolas en la cabeza, no me hicieron nada, gracias a Dios, pero sí me amarraron”, recordó la afectada.
De inmediato, los maleantes amarraron a Vásquez para que esta no pudiera interferir con el robo.
“Me empezaron a preguntar dónde estaba el oro, yo les dije que yo no tenía oro, no sé de dónde sacaron eso”.
Ya habían estado en la casa
La insistencia de los falsos policías por encontrar el supuesto oro llamó la atención de Vásquez, sobre todo por lo que decían los sujetos, porque hablaban como si anteriormente ya hubiesen entrado a la casa.
“Uno de ellos le decía al otro ‘Mae, ¿dónde vio el oro?’, y el otro le contestó que en una caja blanca, pero yo les decía que yo no tenía oro".
Gabriela contó a este medio que hace aproximadamente seis meses tuvo un evento en su casa y por dicho motivo varias personas llegaron a verla, pero entre estas asistieron unos hombres muy sospechosos que le dieron mala espina, por lo que no descarta que pudieran estar involucrados con el asalto.
LEA MÁS: OIJ confirma importante noticia en caso de exjugador de Santa Ana, víctima de cruel homicidio
“Yo tuve mi casa a la venta y pienso que ellos pudieron venir con la gente de bienes raíces, entonces me hace pensar que ellos ya habían llegado a mi casa”.
Las sospechas de Vásquez tomaron más fuerza luego de que los sujetos la dejaran amarrada en el ático, pues ellos de inmediato supieron dónde se encontraba esa habitación en la casa.
Logró soltarse
Luego de que no escuchó más ruidos en la casa, Gabriela logró soltarse y a como pudo, consiguió abrir la puerta del ático para salir, lo primero que hizo fue pedir la ayuda de un vecino que vive un poco alejado de su vivienda, quien la ayudó a llamar a las autoridades.
De acuerdo con la mujer, los sospechosos se llevaron el carro, dos pantallas y lo que más duele, a sus dos amadas perritas: Milu, de 6 años, y Hanna, de 4.
“Milu ya no tiene dientitos, se los operaron hace unos años, entonces se le sale la lenguita de un lado; y Hanna, tiene el cráneo abierto, la mollera abierta, desde que nació, entonces tiene un huequito que se le siente al tocarla”.
Gabriela contó que afortunadamente su tercera perrita se escondió debajo de una cama, por lo que los maleantes no pudieron llevársela.
LEA MÁS: Video muestra fuertes imágenes de cómo, salvaje conductor, atropelló a adulto mayor
Además del enorme cariño que les tiene, Gabriela se siente muy consternada, pues contó que ambas perritas necesitan de cuidados muy especiales.
“Las dos necesitan tratamiento, una tiene gastritis crónica y tiene que comer cada seis horas”, agregó.
Además de todo lo que robaron, esos falsos policías le arrebataron la paz a Vásquez, quien tras lo sucedido tomó la decisión de cambiarse de casa.
Si usted ha visto a Hanna y a Milu, o tiene información sobre este caso, puede comunicarse con el OIJ al teléfono 800-8000645 del Centro de Información Confidencial.