La caída de una piedra desde las montañas del cerro del Zurquí pusieron al filo de la muerte a la familia Rodríguez Calvo, desde entonces no han vuelto a pasar por ahí.
Ellos viajaban en un carro por la carretera Braulio Carrillo, conocida como la ruta 32, la roca les atravesó el techo del vehículo y pasó al lado de la silla en la que iba el hijo de 2 años.
“Fue una situación espeluznante, uno va manejando tranquilo y de un momento a otro siente un fuerte golpe. Afortunadamente esto no nos cambió la vida para mal, pero por milésimas de segundo o de posición nos la pudo haber cambiado”, dijo Santiago Rodríguez.
Don Santiago cuenta que él manejaba el carro en el carril de ascenso en sentido Limón a San José, asegura que iba a unos 70 kilómetros por hora; sin embargo la fuerza y la velocidad que llevaba la roca era mucho más rápida.
“Yo no había terminado de frenar y mi esposa ya se quería bajar, nos preocupaba nuestro hijo, pero sentimos tranquilidad al ver que estaba fuera de peligro”, comentó.
Rodríguez afirma que este accidente por poco se convierte en tragedia, no solo por haber caído tan cerca del bebé y de su esposa que está embarazada e iba en el asiento del acompañante. También lo pudo haber golpeado a él y lo habría hecho perder el control y caer a un guindo o chocar con otro carro.
“En ese momento el bebé venía dormido, gracias a Dios, porque si hubiese estado moviendo sus bracitos, es capaz que la piedra le pega. El bebé se despertó inmediatamente al escuchar el golpe y en ese momento solo acatamos parar inmeditamente".
Santiago cuenta que este accidente ocurrió en la mañana, las condiciones del tiempo eran buenas porque estaba haciendo sol, no obstante, minutos antes había ocurrido un derrumbe cerca de donde les cayó la piedra.
“Ahí estaba la Policía de Tránsito, pero solo había puesto unos conos y no había otras advertencias”, dijo Rodríguez.
Ante esta situación la familia optó por no volver a transitar por la ruta 32.
“Después de esto y cuando usted ve la magnitud de lo que pudo pasar, usted jamás piensa volver arriesgar la vida de un hijo. Con nosotros venía un ángel de la guarda gigante que nos protegió, pero hemos decidido no volver a pasar por esa calle peligrosa.
"Ahí han muerto muchas personas por accidentes causados por la naturaleza”, comentó.
Puntos sin señal
Debido a que esta carretera atraviesa una zona montañosa hay puntos donde no hay señal de celular.
"No hay cómo pedir ayuda, esta calle tiene 40 años en la que todos los días ocurren accidentes, gente atrapada por derrumbes y no hay teléfonos de emergencia, uno queda aislado si no pasa un carro, no hay como pedir auxilio”.
“Los carros pasaban y no se detenían porque el carro de nosotros no se veía accidentado, porque porque la piedra cayó en el techo. Una patrulla de la Policía Turística fue la que nos ayudó y le dio aviso al Tránsito en el Zurquí”, expresó Rodríguez.
LEA MÁS: Sobreviviente de caída de piedra en la ruta 32: “medio segundo más y quedo aplastado”
“Decidimos que mi esposa e hijo se fueran con la policía hasta el puesto del Tránsito por el peligro en el que estábamos, yo me quedé ahí esperando al INS, pero vi que siguieron cayendo piedras y dije: ‘qué va, no me voy a quedar aquí, no me voy arriesgar’ y me fui también hasta el Tránsito”, agregó Rodríguez.
Don Santiago afirma que lo más importante es la vida de sus seres amados, cuenta que dichosamente tienen póliza, pero no saben qué va a pasar con el carro porque no le pueden dar perdida total, debido a que el motor no resultó dañado, no obstante no hay repuestos en el país para arreglar el techo.
La familia vive en Limón desde hace tres años y medio, por razones de trabajo, pero sus demás familiares viven en San José, por lo que mínimo viajaban dos veces al mesm ahora lo hacen por Turrialba.
David Meléndez, director de Prevención de Emergencias y Desastres del MOPT, dijo que este tipo de emergencias solo se pueden prevenir cerrando la carretera, no hay ningún plan para prevenir estos accidentes viales.