Familiar de mujer asesinada: “Desde que se casó tenía una alegría diferente”

El OIJ informó que a la mujer la ahogaron

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Angie Lucía Pérez dice que solo Dios les ha dado a ella y a su familia la fuerza para sobrellevar la muerte de su hermana, Shirley Natalia Pérez Barrientos, de 28 años, quien apareció muerta y atada de pies y manos en un río en Platanar de San Carlos.

La mujer asegura que en medio del dolor por la pérdida se han aferrado a los buenos recuerdos que tienen de la joven mamá, a la que muchos le decían Naty de cariño.

"Ella era la mayor de tres hermanos, ahora en junio iba a cumplir 29 años. Se casó en diciembre pasado después de vivir como once años en unión libre.

"Mi hermana estaba muy, muy feliz por eso, desde que ella se casó tenía una alegría más pura y diferente, más grande. Nosotros somos católicos y por eso significa mucho el sacramento del matrimonio, sobre todo cuando permite a alguien salir del pecado de vivir con una persona sin estar casada.

Irradiaba alegría

La allegada dice que ella y Naty eran inseparables desde que estaban en la escuela, incluso hasta en los recreos de la primaria y la secundaria se veían para andar juntas.

"Era muy alegre, superdivertida, se llevaba bien con todo el mundo. No terminó el colegio porque decidió entregarse por completo a sus chiquitos y a su compañero.

"Dejó tres hijos que tienen el bonito recuerdo de la alegría de su mamá y saben que sus últimos meses de vida fueron de mucha felicidad, eso les dará la fuerza para sobrellevar el luto.

"Los niños están bien, la hija mayor de mi hermana va a cumplir once años la otra semana y está un poco más afectada porque ya está grande y entiende bien qué fue lo que sucedió. Los otros dos chiquitos (una niña se seis años y un varoncito de dos), ellos están pequeños entonces no lo viven de la misma manera.

La mamá y el esposo de Natalia (Marta Barrientos Hernández y Allan Gerardo Navarro), están devastados por todo lo que han vivido.

“Mi mamá es una mujer de fe muy fuerte y sabemos que eso la va a ayudar a sobreponerse. Ella acepta la voluntad de Dios y confía en Él. Al esposo de mi hermana lo vi muy afectado en el cementerio, él la amaba mucho”, contó.

“Aunque a todos nos deja un gran vacío sabemos que Dios todo lo ve. Él la sacó del pecado porque la estaba preparando, aceptamos su voluntad y sabemos que hará justicia por lo que pasó”, agregó.

Angie dice que en los últimos años, la familia se distanció un poco, pero no porque se llevaran mal, sino porque la vida los llevó por rumbos separados.

“Yo trabajaba en La Fortuna y ella vivía en Platanar, no nos veíamos muy seguido. La última vez que la vi fue en agosto del año pasado durante el funeral de una tía”, recordó.

El cuerpo de la víctima fue entregado a sus familiares el miércoles y este jueves a las 8 de la mañana lo sepultaron en el cementerio de Florencia de San Carlos.

Sin pistas del asesino

Angie dice que sobre el crimen no quieren referirse, prefieren dejarle todo al Organismo de Investigación Judicial (OIJ), así que lo único que mencionó es que hasta el momento no hay pistas ni sospechosos.

Por su parte, la Policía Judicial informó este jueves que la autopsia reveló que la causa de muerte de la mujer fue asfixia por sumersión, lo que confirma que el homicida la ahogó en el río en el que fue encontrada.

Las autoridades aún no han revelado si Naty fue atacada sexualmente, pero sí determinaron que fue asesinada entre las 9 y las 11 de la noche del martes.

El hallazgo del cadáver se dio en las aguas del río Platanar, a su paso por la quebrada Azul, en Florencia de San Carlos, un kilómetro y medio al noreste de la escuela.

El esposo de la víctima fue quien la encontró luego de dos horas de intensa búsqueda. Él trabaja en la misma propiedad en la que vive con su familia en un turno de 6 p. m. a 6 a. m., pero el martes en la madrugada su hija mayor lo llamó para decirle que su mamá no aparecía por ningún lado.

El preocupado hombre llegó a la vivienda y al confirmar que no había rastro de Naty se puso a buscarla por los alrededores hasta que la encontró muerta a un kilómetros y medio de la casa.

Pese a eso, el amor que sentía por Naty estaba intacto porque mantenía comunicación telefónica con ella y porque la esencia de la joven mamá hacía que sus seres queridos siempre la tuvieran presente en sus pensamientos.