Muchas familias de Guanacaste recuperaron un poco el sueño y la tranquilidad al bajar las lluvias; sin embargo no todo es paz porque temen que regresen las inundaciones con el paso de la onda tropical número 32.

Ismary Barrantes junto a su familia por fin pudieron descansar, hasta dejaron la casa limpia entre este jueves y viernes, dice que le prestaron una hidrolavadora para arrancar todo el barro porque de lo contrario hubiese sido imposible. Ellos son vecinos de la comunidad 27 de Abril de Santa Cruz, una de las más afectadas con las inundaciones de esta semana.

“Mis hermanos nos vinieron ayudar, ellos no viven con nosotros, les prestaron la hidrolavadora y se pudo sacar el barro porque con la escoba no se hubiese logrado”, contó Barrantes.

Agregó que el sol volvió a salir y aprovecharon para lavar la ropa y electrodomésticos que se embarrialaron.

“Dicen que estos días no vamos a tener lluvia, pero no nos tenemos que confiar”, expresó.

Ismary es hija de doña Antonia Álvarez, de 86 años, la casa de ella sufrió varios daños y la señora tampoco había descansado al ver la destrucción que dejaron las aguas a su paso.

778 albergados

Doña Antonia y su demás familiares no fueron a ningún albergue por temor a contagiarse del covid. No obstante, otras 778 personas sí están en albergues al verse amenazados con las inundaciones.

Esta cantidad de personas se mantenía este viernes a las 4:30 p.m. según afirmó Sigifredo Pérez, de la Comisión Nacional de Emergencias (CNE).

Doce de los albergues están en Santa Cruz, siete en Carrillo, uno en Nicoya y otro en La Cruz, en Guanacaste.

Durante la madrugada de este viernes revisaron 24 inundaciones, 16 fueron en Florencia y San Carlos centro, lugares en el que hubo aguaceros fuertes y las alcantarillas colapsaron, las demás se dieron en Santa Cruz.

Daniel Poleo, del Instituto Meteorológico Nacional (IMN), dijo que para el domingo se espera el paso de la onda tropical número 32 que afectaría todo el país, lo que aumentará las lluvias.

Cruz Roja sigue rescatando afectados

Aunque dejó de llover, aún hay aguas estancadas, por lo que la Cruz Roja sigue rescatando afectados.

“Estamos trabajando en función de la seguridad de las personas, efectuando traslados hacia los albergues cuando así lo requieran. Cruz Roja Costarricense brinda auxilio a quienes más lo necesitan, ejecutando la salvaguardia de las personas”, mencionó Carlos Herrera, jefe nacional de Atención prehospitalaria de la Cruz Roja Costarricense.

Alrededor de 20 cruzrojistas divididos en siete vehículos, entre ellos un vehículo de rescate y un bote, hacen rescates junto con la Unidad de Búsqueda y rescate terrestre y la Unidad Especializada de primera intervención.

“La institución incluso a orientado a personas que han logrado salir por sus propios medios de las zonas afectadas, ya que han requerido apoyo y orientación para ser llevadas a los respectivos albergues, también se han atendido incidentes en Parrita y Quepos donde se ha presentado desbordamientos de ríos sin afectación directa a emergencias”, señaló Herrera

En Guanacaste hay comunidades incomunicadas, así como caminos destruidos en Carrillo, Santa Cruz, Nicoya y La Cruz.

“Con los comités municipales de emergencia estamos trabajando en la asistencia humanitaria, así como la evaluación de daños”, dijo Ricardo Salazar de la CNE.

El alcalde de Santa Cruz, Jorge Alfaro, aseguró que tienen poca maquinaria pesada y desearían tener más para poder llegar a todas las comunidades.