Sucesos

Fuego dejó a viejito con cáncer terminal sin nada

Once personas quedaron en la calle por causa de las llamas en El Dique en Cartago

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El destino se ha ensañado con don Anael Molina Sánchez, de 71 años, quien batalla contra un cáncer terminal, y debido a un incendio ocurrido este miércoles 11 de agosto en la madrugada, perdió su casa, su cama ortopédica, sus medicinas y su ropa.

Esta triste situación ocurrió en San Francisco de El Dique de El Tejar en Cartago.

Además, don Anael se quedó sin platica, ya que su esposa, Mireya Quirós Vargas, de 63 años, guardaba platica en efectivo en la vivienda previendo alguna emergencia, pues los médicos le han dicho que don Anael puede fallecer en cualquier momento.

“Solo a mi esposo pudimos sacar, lo demás se perdió, no quedó nada, ni la cédula.

“El doctor me había dicho que en cualquier momento se puede ir y que debía prepararme, así que fui guardando una platita para cuando ese momento llegara y logré recoger como 150 mil colones, pero también se me quemaron y no sé qué vamos hacer”, expresó la esposa.

Wilberth Figueroa, jefe de batallón de Bomberos, dijo que la alerta la recibieron a las 4:27 a. m., por lo que a los diez minutos llegaron al sitio y a las 4:57 lo declararon fuego bajo control.

Los rescatistas no tienen claro qué provocó las llamas, pues los lugareños les dieron varias versiones, pero Figueroa confirmó que el incendió inició en una zona que está cercana al río que pasa por ese lugar.

Doña Mireya, quien es la dueña de la propiedad, vive en la zona desde hace varios años.

La casa era una cuartería en la que vivían otras nueve personas; entre ellos Sonia Ramírez Corrales, de 46 años, quien es sobreviviente de cáncer, padece de diabetes e hipertensión. Ella es la que se encarga del cuido de don Anael.

Tanto Sonia como Mireya afirman que las llamas fueron provocadas por un sobrino de esta última, a quien ella le prestaba un cuarto, pero que debido a los problemas que tiene con las drogas decidió pedírselo. No obstante, los bomberos todavía no pueden confirmar esa versión.

“La señora (Mireya) alquila varios cuartitos (entre seis y siete), y su sobrino le prendió fuego a un colchón por lo que se propagó el fuego. Casi nos quemamos porque no podíamos salir, cuando lo logré, corrí a buscar a un muchacho para que me ayudara a sacar a don Anael, prácticamente lo sacamos desnudo y lo trajimos a la casa de una vecina, fue algo muy duro porque se pierde todo de la noche a la mañana, gracias a Dios que no perdimos la vida”.

“En la madrugada escuchamos a un muchacho hablando, la señora (Mireya) me dijo que me levantara para que le ayudara a ver qué pasaba y en lo que salí el sobrino iba saliendo, luego vimos que había mucho humo y empecé a echar agua con unos baldes, pero me cansé y no pude más, lo que hicimos fue huir de las llamas”, recordó Sonia.

Doña Mireya asegura que muchas veces ayudó a su sobrino, pero últimamente tuvo que sacarlo hasta con la Policía.

“Uno por lástima le ayuda y vea por lástima lo que me pasó, mi casita era de perling y gypsum, por eso se quemó por completo”, comentó.

En la propiedad vivían 11 personas.

Usted le puede ayudar a don Anael y doña Mireya por medio de Sinpemóvil al 6236-2559 a nombre de un vecino llamado Gerardo, especificar que la ayuda es para don Anael.

Tres personas resultaron con quemaduras

El cruzrojista Minor Correa dijo que atendieron a tres personas (de 34, 40 y 58 años), dos de las cuales resultaron con problemas por causa del humo y otro con quemaduras en las manos, los glúteos y el cuello, pero todos estaban fuera de peligro.

Otro de los afectados fue José Alberto Vargas, quien vivía junto a su compañera sentimental en ese sitio desde hace 15 días.

“Pasadas las cuatro de la mañana fui al baño y vi mucho humo, abrí una puerta para ver qué pasaba y vi el fuego con mucha fuerza. No pudimos rescatar nada, ahí quedó la arrocera, la cama, la ropa, lo poquito que teníamos. Tengo una discapacidad con el brazo izquierdo y cuesta que me den un trabajo, a veces me ha tocado salir a pedir plata, no sé que será de nosotros”, señaló.

Otra anciana de nombre Clara, de 81 años, que vive al lado de donde ocurrió la desgracia, la vio fea ya que el fuego comenzó a meterse por su cuarto, además el humo la afectó mucho porque tiene deficiencia pulmonar, padece del corazón y debe usar oxígeno.

“Gracias a Dios con la silla de ruedas que es con la que me desplazo, me pude salvar”, dijo.

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