Sucesos

Fuerza de la naturaleza se negó a devolver a mamá y cumplió todo lo que ella pidió al morir

Damaris Álvarez González murió arrastrada por una cabeza de agua en Salitrillos de Aserrí, su cuerpo nunca apareció

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Un duro golpe fue el que la naturaleza a la familia de Damaris Álvarez González, al llevársela a sus 47 años y nunca devolverla.

Pese al dolor de perder a doña Damaris en un abrir y cerrar de ojos, fue la misma naturaleza la que se encargó de cumplir los deseos que esta madre pidió para cuando falleciera.

Así lo menciona Lesly Pérez Álvarez, hija de la fallecida, quien la recuerda como una mujer empunchada y amorosa con sus siete hijos.

Esta madre desapareció la tarde del viernes 20 de agosto del 2010, cuando fue arrastrada por una cabeza de agua en Salitrillos de Aserrí, a casi 14 años de esta tragedia la familia no la pudo despedir como querían.

Damaris Álvarez González, murió a sus 47 años, cuando fue arrastrada por una cabeza de agua de río Cañas en Salitrillos de Aserrí. Foto: Autorizada por Lesly Pérez Álvarez 

La Teja

El trágico hecho sucedió cuando el río Cañas socavó el frente de la casa donde vivía doña Damaris con sus tres hijos menores, ella iba llegando del trabajo cuando una de las hijas le dijo que el río se había crecido y se iba a llevar al perrito de la familia, esta madre corrió para salvarlo.

“Mi mamá se puso unas botas que tenía y pasó al perrito que tenían, llamado Toby, luego se fue a mover unas plantas y en ese momento todo se desbarrancó”, recordó la hija.

Todo sucedió como si la tierra junto con el agua se la tragara, la mamá se aferró a unas matas de chayote, pero la fuerza del río se la llevó. La familia y allegados la buscaron durante un mes y nunca se dio con el paradero de esta madre.

Damaris Álvarez González murió arrastrada por una cabeza de agua en Salitrillos de Aserrí, su cuerpo nunca apareció. Foto: Archivo GN

William Corrales, de la Cruz Roja, explicó para ese momento que el acceso al río era difícil y varias casas estaban al borde, era una labor muy peligrosa.

Las autoridades incluso dispusieron de un barco para que patrullara la costa Pacífica central y la desembocadura del río Grande de Tárcoles; además buscaron en ríos de Atenas, Barranca, Jacó y Orotina, nunca hubo un resultado positivo.

Los hermanos, hijos y allegados de doña Damaris continuaron con los rastreos, pero tampoco encontraron alguna pertenencia o pista que los guiara al sitio dónde podía estar. La familia se resignó a que no encontrarían el cuerpo y solo se quedaron con cada uno de los momentos que ella les dio y las enseñanzas.

“Eso es lo más duro, no vivimos ese luto, quedamos con esa inquietud, mis hermanos y yo quedamos como que ella anda en un paseo eterno porque nunca la despedimos como uno siempre quiere despedirse de un ser querido”, manifestó la hija.

Tristes deseos cumplidos

Lesly recuerda que su mamá agradecía cuando Kaleth, el hijo mayor de Lesly, le llevaba flores que encontraba en el monte.

“Mi hijo siempre le llevaba flores y le decía: ‘vea tita aquí le traigo’, y mi mamá siempre le decía: ‘ay mi amor, muchas gracias, traíganme flores ahora que estoy viva, porque las puedo oler, ver, tener ahí y me duran, ya muerta no me lleven flores porque no las voy a poder contemplar, ni oler”, recuerda la hija esas palabras.

En su memoria también permanece la petición que hizo para cuando ella falleciera.

“Dijo que cuando ella muriera, que no dejáramos que nadie la viera y después dijo que quería que la sepultaran en esas fosas que son en la pura tierra, ella decía todo eso y nosotros (se refiere a los hermanos) siempre lo hemos hablado y yo lo que digo es que siempre debemos tener cuidado con lo que decimos y saber que las palabras tienen mucho poder.

“Porque todo lo que ella deseó se le cumplió, no hay dónde llevarle flores, nadie la pudo ver porque nunca supimos dónde quedó y mi mamá tuvo que haber quedado en la pura tierra”, expresó con la voz quebrada.

Damaris Álvarez González, murió a sus 47 años, cuando fue arrastrada por una cabeza de agua de río Cañas en Salitrillos de Aserrí. Foto: Autorizada por Lesly Pérez Álvarez 

La Teja

Meses de mucho dolor

Cuatro meses antes de la desaparición de doña Damaris, ella había quedado viuda al morir de un cáncer gástrico su esposo y padre de los tres hijos menores, Juan Venegas, con él compartió casi 20 años.

El hijo menor de doña Damaris es un varón y a él siempre lo llevaron a una escuela de fútbol, tras la muerte del esposo, ella lo siguió llevando a clases.

La familia dijo que don Juan era el amor de su vida y su muerte la golpeó mucho, también a los hijos menores, quienes perdieron en cuestión de 120 días a sus padres; el hijo menor no siguió en clases de fútbol al perder a sus papás, pero no le faltó el amor de sus hermanos que lo apoyaron de otras formas.

Lesly junto a sus otros hermanos mayores se hicieron cargo de los menores y los sacaron adelante, hoy son muchachos de bien, esforzados, así como lo fue doña Damaris.

“Mi mamá trabajaba mucho, quería salir adelante y ayudaba a mi padrastro, quien estaba muy enfermo, ella daba clases como instructora de aeróbicos, también limpiaba casas, era muy trabajadora, también alegre y muy deportista, tenía una resistencia increíble”, expresó la hija y justamente por esto último es que tenían la fe que la encontrarían con vida.

Damaris Álvarez González murió arrastrada por una cabeza de agua en Salitrillos de Aserrí, su cuerpo nunca apareció. Foto: Archivo GN

Hija estaba recién mejorada

La última vez que Lesly vio a su mamá fue dos días antes de la tragedia, porque estaba recién mejorada del segundo hijo, ese momento se convirtió en la despedida.

“El último día que vi a mi mamá fueron dos días antes de lo que pasó, ella me llegó a ver al hospital en Cartago, esa fue la despedida y ella pudo conocer al nieto, mi mamá me estaba cuidando a mi hijo mayor junto al papá de mis hijos porque yo estaba recién mejorada”.

La memoria de doña Damaris sigue viva en sus hijos y nietos, Lesly afirma que su hijo mayor la recuerda, sobre todo cuando le llevaba las flores y a sus otros hijos siempre habla de la abuela tan valiente que tuvieron.

“Ella amaba mucho a sus nietos, los chineaba y es lo que le digo a mis hijos, que tienen una abuelita que dónde sea que esté los adora, porque así era ella de especial con los suyos”, señaló.

Pese al dolor de perderla no le guardan ningún rencor a la naturaleza, la siguen admirando desde cualquier ángulo.

“Son cosas de la naturaleza y como dice uno, contra eso no se puede y jamás batallar ni reclamar, pues solo Dios sabe por qué pasan las cosas”, expresó.

Lesly aseguró que todos los 20 de agosto piensa en su mamá y si está oscuro es inevitable recordar el dolor de perder a su mamá en medio de las lluvias, la casa en donde ocurrió la tragedia era alquilada y nunca más volvieron a esta.

De doña Maribel conservan algunas fotografías que son como un tesoro, así como el vínculo que ella dejó en cada uno de sus hijos y que los mantiene unidos.

Lesly concluyó diciendo que cada vez que ocurren estas tragedias es inevitable revivir todo lo que enfrentaron hace 14 años.

El 17 noviembre del 2023 Lesly junto a sus demás familias también sufrieron otra pérdida trágica, pues su papá Marvin Pérez Solano, de 59 años, falleció en un violento choque de moto y tráiler en la antes de llegar al puente de Tamarindo en la comunidad de 27 de Abril, en Santa Cruz de Guanacaste.

La tragedia sucedió cuando regresaba a la casa luego de trabajar, él estaba pronto a pensionarse.

Alejandra Morales

Alejandra Morales

Bachillerato en Periodismo en la Universidad Internacional de las Américas y licenciada en Comunicación de Mercadeo en la UAM. Con experiencia en temas de sucesos y judiciales.

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