Usar la chochosca del Estado para llenar el tanque de gasolina al carro de su esposa le salió muy caro a un hombre que trabajaba como funcionario judicial.
Además de perder el brete, el vivazo, de apellidos Carmona Rojas, fue condenado a dos años de prisión y lo inhabilitaron para trabajar de nuevo en algún cargo público durante dos años.
También le recetaron una multa de un millón de colones por el daño material y social que causó al gastarse una platica que no le pertenecía.
Para este caso no hizo falta un juicio, pues el hombre decidió aceptar los cargos y apegarse a un proceso abreviado, el cual tuvo lugar el pasado 30 de setiembre, pero fue informado por la Fiscalía hasta este viernes.
Lo único bueno para Carmona es que no tendrá que ir a la cárcel, ya que como su condena fue menor a 3 años y no tiene antecedentes se le otorgó un beneficio para que cumpla el castigo fuera del tabo.
Eso sí, si el vivazo vuelve a cometer un delito en los próximos tres años será enviado directamente a prisión para que cumpla la sentencia.
De acuerdo con el Ministerio Público, los hechos por los que Carmona fue condenado ocurrieron el 4 de enero del 2008, cuando él breteaba de forma interina como Asistente Administrativo en la Delegación Regional del OIJ de Liberia.
“Carmona utilizó una boleta de combustible institucional para beneficio propio. Con esa acción, el exfuncionario consumió un total de ¢38.574 en combustible, el cual utilizó para llenar el tanque de un vehículo particular perteneciente a su esposa”, informó la Fiscalía.