Los dos hombres que fueron asesinados junto a una mujer la noche del viernes mientras compartían en la barra de un bar, en Cariari de Pococí, eran viejos conocidos de las autoridades, ya que ambos estuvieron presos.
Se trata de Alexander Jiménez Amador, de 45 años y conocido como Flaco, y su primo hermano Mauricio Amador Mena, de 30 años, alias Bobo.
Trascendió que Jiménez fue detenido en Pérez Zeledón en el 2013 como sospechoso de robo agravado, por lo que cumplió prisión preventiva en un centro penal. Al final el caso quedó en nada pues fue dejado en libertad por falta de pruebas.
En cuanto a Amador, una fuente judicial informó que en octubre del 2016 este estuvo preso en el Centro de Atención Institucional (CAI) de Pococí, pero no comentó el delito por el que fue detenido.
Ellos dos fueron asesinados en la barra del bar La Condesa, en Carolina de Cariari, Pococí, junto a Mildred Osorio Gómez, de 27 años, quien, en apariencia, era la pareja de Amador.
La oficina de prensa del OIJ informó que el ataque ocurrió pasadas las 8 de la noche cuando dos gatilleros vestidos de negro y con el rostro cubierto ingresaron al local y empezaron a disparar contra las víctimas.
Los investigadores detallaron que Amador falleció luego de recibir balazos en el pecho, el hombro derecho, el brazo izquierdo, la cabeza y la espalda.
El cuerpo de Jiménez, por su parte, presentaba disparos en la cabeza, el estómago, el pecho, el cuello, la espalda y los brazos; mientras que la mujer recibió disparos en su pierna y glúteo izquierdo, así como en la espalda.
En la voladera de plomo también resultó herida una mujer de apellidos Mena Murillo, de 47 años, quien sería familiar de las víctimas y que estaba junto a ellos en la barra. Ella recibió un disparo en el estómago y fue llevada al hospital de Guápiles.
“Un hombre apellidado Cordero Rojas, de 64 años, también resultó herido. Él presentaba una herida en el cuello y no estaba con estas personas, pero se encontraba en otra parte del bar por lo que fue alcanzado por uno de los disparos y también fue llevado al centro médico”, informó el OIJ.
Luego de cometer el crimen, los gatilleros salieron caminando del local, cruzaron la calle y se metieron a una finca que tiene un corral para ganado. Las autoridades presumen que los sospechosos estuvieron escondidos entre la maleza esperando la llegada de las víctimas.