El nacimiento de las gemelitas Jimena y Gabriela fue como de película de acción.

Las muñequitas llegaron a este mundo la noche del jueves 1 de octubre en una ambulancia y para empezar con el drama, doña Alba Luz Gutiérrez, mamá de las criaturas, creía que daría a luz a solo una pequeñita pues en el último ultrasonido solo le hablaron de una bebé.

Ella, el conductor de la ambulancia llamado Juan Barrantes y el doctor, Alberto Ramírez, vivieron cuatro horas de adrenalina, angustias y felicidad.

Gutiérrez tenía nueve meses de embarazo y el nacimiento estaba pactado para el 11 de octubre, sin embargo, la labor de parto se adelantó y comenzó a las 10 de la noche de este jueves en la clínica de Jacó.

Barrantes dice que recibieron la alerta por parte de la central de comunicaciones de la empresa Soporte Vital para que llevaran a la embarazada de la clínica hasta el hospital Monseñor Sanabria, en Puntarenas.

“Cuando montamos a la paciente, estando en el parqueo de la clínica, la muchacha nos dice que la bebé ya va a nacer, en ese momento creíamos que solo era una bebé, ya que nos dijo que fue el resultado del ultrasonido de hace seis meses.

"La bebé nació, salió la placenta, estábamos felices que ambas estuvieran bien, a la bebé le estaban tomando las medidas y mudándola cuando la mujer nos dice que le duele el vientre, el médico de la ambulancia de nosotros, el doctor Ramírez, la revisa y nos dice que hay un segundo bebé.

“Otra vez comenzó la labor de parto, esto fue un milagro, porque la segunda nació más pequeña, sin signos vitales, de inmediato fue llevada a sala de shock de la clínica, la estimularon en la espalda, con calor por medio de una lámpara y a los minutos la pequeñita reaccionó, comenzó a llorar y a respirar”, recordó Barrantes.

Al tener a las tres fuera de peligro las montaron de nuevo en la ambulancia para llevarlas al hospital de Puntarenas y que así recibieran una mejor atención.

LEA MÁS: Policía quitará placas y decomisará carros que obstruyan el paso en bloqueos

Una odisea de camino

Barrantes asegura que de Jacó a Puntarenas tardan, en promedio, 45 minutos --cuando se trata de una emergencia--, sin embargo, no contaban con los bloqueos.

De camino se toparon a tres grupos de manifestantes, en distintas partes, que se oponen a la propuesta del Gobierno de cobrar más impuestos.

En dos de los bloqueos, cuando se enteraron que iban dos recién nacidas, les dieron campo para pasar, pero cuando llegaron al estero del Puerto, por el antiguo restaurante Roca Mar, se toparon con tráileres abarcando casi toda la calle y la ambulancia, al ser grande (era una de las de soporte vital), no pasaba.

En ese momento era la medianoche de este viernes 2 de octubre.

El conductor pidió que le mandaran una segunda ambulancia, más pequeña y desde Orotina.

“Cuando llegó la ambulancia los antimotines no la dejaron pasar, se les explicó y dijeron que tenían órdenes de no dejar pasar a nadie, les hice señas, puse la sirena, hice cambio de luces para avisar que teníamos recién nacidas y una mujer recién mejorada y aún así (la Policía) lanzó gases lacrimógenos”, expresó.

Aunque la Policía usó los gases para abrir paso y quitar los bloqueos, estos ponían en riesgo a las bebitas.

“A la ambulancia le cayeron cinco pelotas de gases lacrimógenos, tanto el doctor como yo salimos a patear esos gases para que el humo no entrara a la ambulancia, sentíamos que se nos quemaba la nariz, pusimos sábanas por los orificios de la ambulancia y a ellas les pusimos oxígeno para que respiraran mejor”, recordó Barrantes.

Ellos dos y doña Alba estaban aterrados.

“La mamá estaba asustada, porque estábamos envueltos en humo por los gases”, agregó.

Recordó que solo un oficial se puso la chema para mover carros y lograr que la ambulancia saliera por Mata de Limón, en Caldera, por una trayecto que lleva a San Labrador de San Mateo de Alajuela, luego a Esparza y finalmente al hospital. Llegaron a las 2:15 de la madrugada.

“Para esta mamá fue una sorpresa enterarse que iba a tener gemelas, ella luego vivió alegría y a lo último preocupación, vivió de todo en poco tiempo”, aseguró el valiente conductor de la ambulancia.

Paz

Doña Alba vive en Jacó y este era su quinto embarazo. A la primera bebé que nació la llamó Jimena y como a la segunda no le tenía nombre, tardó un poquito más en seleccionar el nombre Gabriela.

Las bebitas están fuera de peligro y en cualquier momento regresarán a casa.

Los bloqueos son a nivel nacional se mantienen desde este miércoles.

Michael Soto, ministro de Seguridad, dijo que en las manifestaciones de Caldera le encontraron a los manifestantes 22 botellas de gasolina tipo molotov, cajas de piedras y pólvora.