Don Abelardo Quirós González, de 63 años, soñaba con poder pensionarse para poder cumplir con un montón de proyectos que tenía, pero la noche del martes fue asesinado mientras trabajaba.
Las primeras investigaciones de los agentes del Organismo de Investigación Judicial (OIJ) apuntan a que a don Lalo, como algunos le decían de cariño, lo mataron para robarle su arma de trabajo.
El crimen ocurrió en Plaza del Pacífico, donde él trabajaba hace mucho tiempo y se había ganado el cariño de sus compañeros, clientes y comerciantes de la zona.
Una de sus compañeras, que pidió no ser identificada, nos contó el desgarrador dolor que están viviendo a raíz de lo ocurrido.
“Todavía no podemos creer lo que pasó, nos duele mucho, él era mi mejor amigo cuando yo terminaba mi turno, luego nos poníamos a conversar un poco, sobre todo”, dijo la amiga, quien ya tenía tiempo de conocerlo.
Ella aseguró que don Abelardo era un hombre muy dedicado, humilde y que lo consideraban un excelente trabajador, porque siempre era puntual y muy esmerado.
“Él se llevaba bien con todos sus compañeros, era padre de una hija que era su mayor bendición, él soñaba con que pronto iba a llegar su retiro, ya le faltaba poco menos de dos años, eso era de lo que más hablaba y se ilusionaba mucho, es que fue un señor que trabajó demasiado y siempre la andaba pulseando en cuanto trabajo le salía, al trabajo nunca le decía que no”, narró.
El cariño que le tenían al guarda era tan grande que a veces la gente que lo conocía lo vacilaba y le decía que cuando le llegara la pensión más bien no se iba a querer ir.
“Siempre les decía que no, que le gustaba mucho su trabajo y hasta me hablaba de cómo manejar el arma para evitar un accidente, pero él quería poder irse de viaje y poder pasear mucho apenas lo pensionaran, decía que lo que le quedara de vida después de jubilarse iba a ser para disfrutar”, dijo la amiga.
Un vendedor, que se identificó como Luis Garita, contó que Abelardo en algún momento hasta manejó taxi, y que era un gran conversador.
“Estamos muy dolidos porque no tenían que matarlo, aunque estoy seguro de que él trató de defender este sitio, porque era un trabajador como pocos, pero qué daño más grande hicieron y qué dolor tan grande con el que nos dejan a todos, teníamos muchos años de conocerlos, yo siempre que pasaba y cuando él estaba de turno nos saludábamos y nos reíamos, hoy fue duro pasar y ver que ya no lo volveré a ver”, lamentó Garita.
Don Abelardo, desde su puesto, se encargaba de echarle un ojito a los demás comercios en la zona y eso provocaba la gratitud de quienes lo conocían.
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La amiga aseguró que la última vez que lo vio fue la semana pasada cuando él le dio la bendición, como siempre lo hacía.
Ella se enteró de la desgracia porque vio una noticia de un crimen en el sito y al llamar a sus compañeros, le contaron.
“Él siempre se sentaba en el mismo lugar, siempre como arrecostado a un muro y fue justo ahí donde quedó fallecido, esto es demasiado doloroso, doy gracias a la vida por haber tenido a un amigo como él”.
Don Abelardo era vecino de Miramar de Puntarenas, ahora sus seres queridos se preparan para despedirlo.
El crimen se dio a las 7:39 de la noche, cuando don Abelardo cumplía con su ronda en la plazoleta y se escucharon varias detonaciones.
Varias personas, que se encontraban cerca, encontraron al señor herido, por lo que dieron aviso al 911.
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La Cruz Roja confirmó que ellos recibieron la alerta y al llegar encontraron al hombre ya fallecido con una herida en la cabeza.
Al parecer, el objetivo de los delincuentes era despojarlo de su arma de reglamento, así lo confirmó el OIJ, el señor cuando fue encontrado no la portaba, por lo que el móvil sería el asalto.
Las autoridades judiciales también indicaron que recibió dos heridas de bala.
El cuerpo de don Abelardo fue trasladado a Medicatura Forense, mientras que los agentes del OIJ tratan de dar con los sospechosos, que se cree serían al menos dos personas.