Como si el mismísimo diablo lo hubiera agarrado por la espalda, eso fue lo que sintió el oficial de seguridad privada Rafael Orias, de 49 años, cuando un delincuente lo atacó por detrás con la intención de asaltarlo y herirlo.
“Sentí que era el demonio que me había agarrado por detrás, yo dije que eso era obra del demonio y lo primero que hice fue pegar un brinco, imagínese que hasta la silla quebré y me golpeé la cabeza en la pared”, contó.
Orias, quien tiene cuatro años de trabajar como vigilante en el centro comercial Plaza Santa Cruz, ubicado en el centro de este cantón guanacasteco, vivió momentos de angustia cuando el maleante intentó atacarlo con un cúter, afortunadamente esquivó los filazos e hizo que el maleante terminara huyendo.
Los hechos, que fueron grabados por las cámaras de seguridad del centro comercial, ocurrieron minutos antes de las 2 de la mañana de este martes 8 de febrero, cuando el sospechoso cortó unos alambres para ingresar por una zona verde ubicada detrás de los comercios.
“Yo estaba en labores de vigilancia y me senté un rato a reposar, estaba viendo hacia la calle y no pasaron ni cinco segundos de estar sentado cuando el tipo este ingresó por el lado de atrás y me hizo un candado chino.
“Él quiso asfixiarme y yo al verme fatal, pues no sé de dónde saqué fuerzas y metí mi mano sobre la mano de él y me dejé caer un poco para liberarme”, contó.
“Si ese sujeto me hubiera apretado más el cuello yo no estaría contando el cuento”,
— Rafael Orias, oficial de seguridad privada.
El delincuente no le dio respiro a Orias y se le fue encima, por lo que ambos hombres empezaron a forcejear, en ese momento fue cuando el guarda logró que el sujeto soltara el cúter que andaba en la mano derecha.
“Estuve luchando con él hasta que pude quitármelo de encima, luego agarré mi barra policial que se me había caído, pero él al verse indefenso arrancó a correr”, añadió.
El guarda dijo que no pudo identificar al agresor debido a que andaba con la cara tapada, además contó que al momento de huir el sujeto dejó botados un sombrero y el cúter con el que intentó herirlo.
Orias aseguró que afortunadamente no sufrió ninguna herida de gravedad, solo un golpe en la cabeza y varios raspones en la espalda y en una de sus manos.
El vigilante se presentó al OIJ la mañana de ese mismo martes para presentar la denuncia.