Sucesos

Guía turístico murió haciendo lo que más le gusta y su hermana encontró la forma de mantener vivo su recuerdo

Erick Salazar, guía turístico apasionado por el mundo aéreo

EscucharEscuchar

Erick Salazar Díaz era un apasionado guía turístico de 24 años, que veía en cada vuelo la realización de su mayor sueño profesional.

Él era oriundo de Puerto Viejo, Talamanca, en el Caribe Sur de Costa Rica, y trabajaba en Corcovado, en el sur del país. Dividía su vida entre ambas zonas, distinguidas por su belleza, las cuales eran perfectas para su profesión.

Su trabajo era aún más emocionante, porque viajaba en avioneta desde el aeropuerto Tobías Bolaños en Pavas, San José, hasta Corcovado. Ese vuelo le permitía llegar a su lugar de trabajo en pocos minutos y evitar más de 10 horas de trayecto por tierra.

Erick Salazar Díaz era un apasionado guía turístico, murió a sus 24 años, víctima de un accidente aéreo el 3 de noviembre de 1998. Foto: Liza Salazar para La Teja
Erick Salazar Díaz era un apasionado guía turístico, murió a sus 24 años, víctima de un accidente aéreo el 3 de noviembre de 1998. Foto: Liza Salazar para La Teja (Liza Salazar para La Teja/Liza Salazar para La Teja)

Liza Salazar, hermana de Erick, recuerda cuánto disfrutaba él de su labor y cómo, incluso, llegó a confesar que también le apasionaba la aviación, sin imaginar que perdería la vida en un vuelo que combinaba ambas ilusiones.

“Era el trabajo de los sueños de él cuando lo consiguió; tenía como un año de estar en Corcovado. Ellos trabajaban tres semanas y luego tenían libre una semana, y cuando salía, viajaba para Puerto Viejo de Talamanca para estar cerca de nosotros, su familia.

“En una ocasión nos dijo que otra de sus aspiraciones era ser piloto, ya que luego de varios meses de estar viajando a Corcovado le gustó esa profesión. En la familia nunca nos pasó por la mente que fuera a tener un accidente, quizás porque no había ocurrido una tragedia en nuestra familia”, recordó la hermana.

Un accidente aéreo en cerro Roca en Santa Cruz de León Cortés, cobró la vida de los pilotos Juan Manuel Aramburu Iriondo, de 37 años, y piloto costarricense Francisco Eduardo Bolaños Angulo, de 46, así como del guía turístico Erick Salazar Díaz. Foto: Tomada de Canal Altavisión
Despedazada quedó la aeronave debido al fuerte impacto. Foto: Tomada de Canal Altavisión (Tomada de Canal Altavisión/Tomada de Canal Altavisión)

A él nunca le gustaron las despedidas; siempre les decía a sus hermanas que pensaran que se verían al día siguiente y quizás, de esta manera, las preparó, enseñándoles sobre la ilusión de que se encontrarían luego.

“A él no le gustaba que le dijéramos que lo íbamos a extrañar. Nos decía: ‘No, no, hagamos como que mañana nos vamos a ver’. Entonces, para nosotros es curioso recordar eso, sin saber que nos preparaba para su despedida”, detalló.

Erick Salazar murió en un accidente aéreo junto con el piloto español Juan Manuel Aramburu Iriondo, de 37 años, y el piloto costarricense Francisco Eduardo Bolaños Angulo, de 46.

Ellos viajaban en una avioneta tipo Cessna 206, matrícula TI-EMM, monomotor, construida en 1975. Se trataba de un servicio de taxi aéreo.

Un accidente aéreo en cerro Roca en Santa Cruz de León Cortés, cobró la vida de los pilotos Juan Manuel Aramburu Iriondo, de 37 años, y piloto costarricense Francisco Eduardo Bolaños Angulo, de 46, así como del guía turístico Erick Salazar Díaz. Foto: Tomada de Canal Altavisión
El piloto costarricense Francisco Eduardo Bolaños Angulo, de 46, falleció en este accidente aéreo. Foto: Tomada de Canal Altavisión (Tomada de Canal Altavisión/Tomada de Canal Altavisión)
Un accidente aéreo en cerro Roca en Santa Cruz de León Cortés, cobró la vida de los pilotos Juan Manuel Aramburu Iriondo, de 37 años, y piloto costarricense Francisco Eduardo Bolaños Angulo, de 46, así como del guía turístico Erick Salazar Díaz. Foto: Tomada de Canal Altavisión
El piloto español Juan Manuel Aramburu Iriondo, de 37 años, también murió en esta tragedia. Foto: Tomada de Canal Altavisión (Tomada de Canal Altavisión/Tomada de Canal Altavisión)

Esta fatalidad ocurrió el martes 3 de noviembre de 1998, y en este 2025 se cumplieron 27 años. Por eso, en Expediente LT, conoceremos parte de la historia de este joven soñador que disfrutó de su profesión hasta que fue truncada por esta tragedia.

El vuelo lo hicieron en días posteriores al huracán Mitch, el cual generó fuertes aguaceros, nubosidad, grandes daños y cobró vidas en Costa Rica.

Un accidente aéreo en cerro Roca en Santa Cruz de León Cortés, cobró la vida de los pilotos Juan Manuel Aramburu Iriondo, de 37 años, y piloto costarricense Francisco Eduardo Bolaños Angulo, de 46, así como del guía turístico Erick Salazar Díaz. Foto: Héctor Blanco para La Teja
Ellos fueron la primer patrulla de cruzrojistas que llegaron al sitio de la tragedia de la aevioneta. Foto: Héctor Blanco para La Teja (Héctor Blanco para La Teja/Héctor Blanco para La Teja)

De acuerdo con los informes de hace 27 años, el vuelo lo debían realizar al día siguiente; no obstante, decidieron adelantarlo por razones que no se conocerán nunca.

Los pilotos iban a baja altura y se toparon con el cerro de frente. Si hubiesen ido 150 metros más arriba, quizás hubiesen llegado sin contratiempos, agregan los informes de la época.

“Cada vez que ocurren accidentes aéreos es revivir el dolor que nosotros también pasamos”, expresó Liza al recordar a su ser amado.

Él era el mayor y único hombre de la familia, rodeado de dos hermanas y de primas, amante de las aves y de su profesión. Así es como describe Liza a su hermano, de quien conserva como tesoros varias pertenencias que les dejó.

“Era lo más importante para nosotros, porque era el único hombre en nuestra niñez”, expresó la familiar.

La aeronave se estrelló en el cerro Roca en Santa Cruz de León Cortés. La aeronave en la que iban tenía capacidad para seis pasajeros; habían salido del aeropuerto Tobías Bolaños de Pavas hacia la pista de playa Carate, en el Parque Nacional Corcovado, Osa, pasadas las 9 a. m. y cuando regresaba a Pavas fue que ocurrió la tragedia.

Al parecer, los pilotos utilizaron la ruta conocida como Paso del Sur (que comunica Dominical y Aserrí, pasando por la zona de Los Santos), según consta en los reportes del accidente.

Las condiciones climáticas no eran favorables. Según medios de comunicación, para ese entonces Costa Rica estaba bajo la influencia de una tormenta tropical que afectaba toda Centroamérica. Llovía mucho y reportaban nubosidad; se desconoce por qué volaban a baja altura y esto los llevó a encontrarse con el cerro, provocando el fatal desenlace que fue escuchado por los lugareños de San Pablo de León Cortés.

Un accidente aéreo en cerro Roca en Santa Cruz de León Cortés, cobró la vida de los pilotos Juan Manuel Aramburu Iriondo, de 37 años, y piloto costarricense Francisco Eduardo Bolaños Angulo, de 46, así como del guía turístico Erick Salazar Díaz. Foto: Tomada de Canal Altavisión
Una cruz recuerda en el sitio la vida de los pilotos Juan Manuel Aramburu Iriondo, de 37 años, Francisco Eduardo Bolaños Angulo, de 46, y del guía turístico Erick Salazar Díaz. Foto: Tomada de Canal Altavisión (Tomada de Canal Altavisión/Tomada de Canal Altavisión)

José Luis Picado, vecino de San Pablo de León Cortés, fue quien encontró la aeronave luego de cinco horas de búsqueda. A él le gustaba la montaña y un hermano y un primo le dijeron que habían escuchado un fuerte estruendo.

Se internó en la finca y, tras horas de búsqueda, cuando estaba por darse por vencido, su cara rozó un pedazo de metal: era una parte de la avioneta. Eran cerca de las 5 p. m. cuando encontró partes de la avioneta esparcidas.

Con un foco que llevaba, alumbró a las víctimas con la esperanza de encontrarlas vivas; hasta un botiquín había llevado. Al ver que ya estaban sin vida, él regresó y avisó a las autoridades de la tragedia.

Medios de comunicación de ese entonces señalaron que la aeronave quedó en la hacienda El Cedral, a unos tres kilómetros de Santa Cruz de León Cortés. Un ala quedó a 50 metros de la cabina, mientras que a unos 20 metros estaban el motor y la hélice. La aeronave se destruyó en su totalidad, pero no hubo fuego posterior al impacto.

A las víctimas las encontraron con el cinturón puesto, pero sin vida.

Héctor Blanco fue uno de los primeros paramédicos que llegó al sitio del accidente, junto con sus compañeros.

Este fue el primer accidente aéreo que le tocó atender; cuando llegaron, no había nada que hacer por las víctimas, por lo que se encargaron de sacar los cuerpos para entregarlos a sus respectivas familias.

“Dos muchachos fueron los que encontraron la aeronave; se fueron guiando por el olor del combustible; posteriormente, fuimos la primera patrulla que entró, y detectamos que habían fallecido.

“Recuerdo que era poco lo que les faltaba por pasar, si acaso un par de metros; la avioneta primero como que tocó un ala y es cuando cayó. Al día siguiente logramos extraer los cuerpos”, recordó Blanco.

Liza recuerda que su jefe fue quien le alertó de la fatalidad, pero no recuerda quién les avisó a sus papás, pero tiene claro que de inmediato llamó a la casa y su familia estaba al tanto de la tragedia.

Menciona que, con la muerte de su hermano, el papá de ellos quedó sumido en la tristeza.

“A mi papá se le vio una tristeza hasta el día que también él se nos fue; tal vez, le faltó expresar ese duelo”, menciona.

A tres años del fallecimiento de Erick, Liza se convirtió en mamá, y en honor a él, le puso un nombre similar a su hijo: Derick

“Desde el momento en que nació, le enseñaba fotos de mi hermano, le decía que era el tío Erick, contándole cómo era él, y lo logré porque se refiere a él como si lo hubiese conocido. Yo quería que él lo quisiera igual que nosotros lo queremos, de la misma forma”, relató.

Liza conserva un peluche de rana que suena y libros de aves de Costa Rica; también los cuadernos en los que a él le gustaba escribir su día a día.

“También conservamos la mochila que él andaba al momento del accidente. Le gustaba surfear y tenemos su tabla, aunque su deporte favorito era la bicicleta, pero esta se la dimos a un tío paterno”, recordó la hermana. Al guía turístico lo despidieron en Hone Creek.

Sobre el piloto Eduardo Bolaños se supo que, para ese momento de la tragedia, tenía más de 20 años de experiencia. Trabajó para el Servicio Aéreo del Ministerio de Seguridad Pública, fue investigador de accidentes de Aviación Civil y trabajaba para una empresa privada de aviación.

Alejandra Morales

Alejandra Morales

Bachillerato en Periodismo en la Universidad Internacional de las Américas y licenciada en Comunicación de Mercadeo en la UAM. Con experiencia en temas de sucesos y judiciales.

En beneficio de la transparencia y para evitar distorsiones del debate público por medios informáticos o aprovechando el anonimato, la sección de comentarios está reservada para nuestros suscriptores para comentar sobre el contenido de los artículos, no sobre los autores. El nombre completo y número de cédula del suscriptor aparecerá automáticamente con el comentario.