Sucesos

Hasta Costa Rica llegaban los tentáculos del Chapo Guzmán

Informes dice que estuvo en Centroamérica coordinando envíos de droga a Estados Unidos

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El nombre de Joaquín “el Chapo” Guzmán estuvo mucho tiempo en los archivos policiales de El Salvador como uno de los narcotraficantes que coordinaba los trasiegos de cocaína por Centroamérica para el poderoso cartel de Sinaloa.

En junio de 1993, 6 toneladas de cocaína fueron decomisadas en unas bodegas en la capital salvadoreña. El cargamento era parte de un negocio de ese cartel, dirigido entonces por “el Chapo” y el cartel de Cali.

Testigos le contaron a la policía que “el Chapo” estuvo en el país negociando y coordinando el paso de esa carga e incluso lo vieron de parranda en la zona de bares conocida como la plaza de El Trovador; pero no fue arrestado.

Más tarde, tres colombianos fueron enviados a purgar una pena de 20 años de prisión por ese hallazgo de droga. Sin embargo, la presencia del “Chapo” en Centroamérica de forma regular ocurrió al menos desde 2002, según informes policiales.

Lo hizo, según los documentos, mediante alianzas con grupos locales de narcotráfico en Honduras, Guatemala, Nicaragua, Costa Rica y El Salvador. En septiembre de 2012, la ONU identificó a Los Perrones como una de las bandas de narcotráfico en Centroamérica con vínculos directos con “el Chapo” y su cartel de Sinaloa. Lo hicieron, según las investigaciones, desde su experiencia como contrabandistas de ganado, queso y otros productos.

Uno de los principales cabecillas de Los Perrones, Reynerio Flores Lazo, fue hallado culpable de mover al menos 2.4 toneladas de cocaína entre Costa Rica y Guatemala entre 2004 y 2009. En 2012 le metieron 80 años de prisión (readecuados a 20).

Pruebas recolectadas en Costa Rica sirvieron para que el Tribunal Segundo de Sentencia de El Salvador lo condenara por cuatro casos de narcotráfico internacional.

En nuestro país, la Policía decomisó 956 kilos de cocaína entre el 2003 y el 2005 a una organización de Flores Lazo que operaba en Centroamérica, para el transporte de la droga oculta en el interior de compartimientos de cabezales y furgones, registrados a nombre de ciudadanos salvadoreños.

La empresa Transportes de Jesús, propiedad de Flores, llegó a nuestro país para transportar cemento desde Colorado de Abangares, y los viajes eran aprovechados para trasegar droga.

Las autoridades hicieron tres decomisos al grupo: en diciembre del 2003 hallaron 199 kilos de cocaína; luego, se incautaron de 559 kilos en una finca de Esparza, Puntarenas. El tercer decomiso, de 198 kilos, se llevó a cabo en mayo del 2005.

Por todo lado

Otra de las huellas del “Chapo” en El Salvador apareció en 2003, cuando fue capturado en Panamá el exdiputado William Eliú Martínez, quien fue acusado de trabajar con el cartel de Sinaloa en la compra de motores para lanchas y alquiler de locales en el litoral salvadoreño para el trasiego de cocaína.

Diez años después, las autoridades guatemaltecas dieron con Jorge Ernesto Ulloa Sibrián, alias “Repollo”. Guatemala lo buscaba porque lo consideraban el jefe de una estructura responsable de enviar entre 11 y 16 toneladas de cocaína hacia Estados Unidos desde 2000. El salvadoreño trabajaba para operadores del “Chapo”.

En años recientes, las autoridades han desarticulado tres estructuras de narcotransportistas salvadoreños que dieron apoyo logístico al cartel de Sinaloa, siempre por medio de operadores guatemaltecos.Una de esas estructuras estaba afincada en la zona rural de Santa Ana repleta de puntos ciegos cerca de los puestos fronterizos entre El Salvador y Guatemala.

Una investigación periodística también reveló que en esa zona operaba otra red de narcotraficantes liderados por José Adán Salazar Umaña, “Chepe Diablo”, conocida como el cartel de Texis. Texis tomó más fuerza en el tráfico de cocaína para el cartel de Sinaloa, según las investigaciones de las autoridades, después de la captura del “Repollo”.

En enero de este año, un Juzgado Especializado encontró culpables de tráfico de droga a una red de 27 lancheros salvadoreños por colaborar con el cartel mexicano de Sinaloa. Los condenó a penas de prisión que van desde los dos años con ochos meses hasta los 300 años.

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