Sucesos

Hermano de Manfred Barberena: “A mi hermano lo asesinaron solo para llevarse el bolso del almuerzo”

Familia de Manfred Barberena por primera vez habla sobre el cruel asesinato y la impotencia porque la audiencia preliminar no se ha podido realizar

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Manfred barberena

La familia del joven Manfred Barberena Novoa carga no solo con el dolor por la ausencia del joven, sino con la indignación de que lo asesinaron cuando él ni siquiera puso resistencia ante un asalto, además de la desesperación de que se han sentado cinco veces en la audiencia preliminar, frente a los imputados, y por diversas razones no empieza.

Este jueves 9 de noviembre, a la 1:30 de la tarde, será la sexta vez que las partes se vean citadas para que se realice a la audiencia en los tribunales de San José, para determinar si el caso se eleva a juicio.

Los papás y hermano de Manfred han guardado silencio desde el 24 de junio del 2022, cuando se dio la agresión contra el joven; sin embargo, su hermano Mauriel Barberena nos contó, junto al abogado de la familia Jonathan Chaves, lo que han vivido desde ese momento.

Ellos tiene fe de que este jueves la situación cambie y ya no se den más excusas para que la audiencia arranque, pues ellos lo que quieren es que se haga justicia y hasta aceptarían que los imputados se sometan a un proceso abreviado.

Manfred barberena

El abogado Chaves nos explicó que los imputados son tres, dos hombres de apellidos Díaz y Chacón y una mujer apellidada Vargas. Ellos están prisión preventiva.

“Llegamos a las audiencias y siempre las suspenden por alguna situación con los imputados. Un día por duda de participación de uno de ellos, cuando fue reconocido por los testigos y existe un video del homicidio. Otro día se suspendió porque uno de los imputados no quiso presentarse; en otro momento porque un defensor público estaba enfermo, claro que uno se puede enfermar, pero también podría ser sustituido por alguien.

“Los imputados tienen derechos, pero dónde quedan los derechos de esta familia. Aquí lo más preocupante es que ya estamos con plazo ordinario de prisión preventiva y se acaba el 21 de noviembre ese plazo extraordinario”, explicó Chaves.

“Estos imputados son indigentes y si esto no avanza y quedan en libertad cómo vamos a encontrarlos después. Esta familia necesita tener un cierre, es muy doloroso cada vez que hay que llamar a los papás de Manfred para decirles que no hubo audiencia que se suspendió”, añadió.

El caso por el homicidio de Manfred es muy doloroso, aquí le vamos a contar lo que Mauriel nos relató, es la primera vez que la familia acepta una entrevista.

Ambos trabajaban en una empresa de mudanzas de casas, Mauriel aún tiene ese bretecito. Aquel 24 de junio Manfred salió de laborar con un compañero, se había quedado para ganarse unas horas extra, un carro de la empresa llevó a los dos muchachos de Escazú a San José.

“Mi hermano se iba a ver con la novia. El compañero agarró bus de San Ramón y Manfred se iba a subir en el de Salitrillos de Montes de Oca (son vecinos de esa comunidad), pero se iba a bajar para toparse con ella en San Pedro”, recordó el hermano mayor.

El joven asegura que su cuñada lo empezó a llamar para preguntarle si sabía algo de Manfred porque no contestaba, por lo que él también lo empezó a llamar.

Ataque sin piedad

El abogado explica que cuando Manfred estaba cerca de la parada de buses, en las cercanías de Cuesta de Moras, según un video que es evidencia, dos hombres van caminando y uno le hace una zancadilla.

Manfred Barberena. Foto tomada de Facebook.

“Manfred cae al piso y de una vez lo hieren con un puñal cuatro veces, los hombres siguen caminando y luego se ve que pasa una mujer y solamente le quita el bolso donde él llevaba las tazas sucias del almuerzo”, relató Chaves.

Mauriel recuerda que la novia de Manfred decidió irse para la casa de ellos, ellos tenía seis años de noviazgo.

“Ella llegó a la casa y a las 10:40 de la noche ella (la novia) recibe una llamada del Hospital Calderón Guardia, le preguntan si conoce a Manfred Barberena porque él entró a sala de operaciones, que lo iban a operar del corazón, no sabíamos qué había pasado, le dijimos a mis papás y nos fuimos para el hospital”, recordó.

Cuando la familia llegó el muchacho estaba en cirugía y fue hasta las 3:30 de la madrugada del día siguiente que salió de la cirugía, ese mismo día su mamá lo pudo ver a las 4 de la tarde. Ya para ese momento sabían que había sido víctima de un asalto.

“El domingo nos dejaron a todos verlo y nos dijeron que llamáramos a los amigos y personas cercanas para que lo llegarán a ver, pero no nos habían dicho que estaba tan mal, siempre nos decían que había que tener fe, en el sétimo piso del hospital no cabía la gente de todos los que llegaron, nosotros pensábamos que se iba a salvar”, dijo Mauriel.

La misma noche de ese domingo, el teléfono sonó y a las 7 p.m. les pidieron a los papás y a ese hermano que se presentaran en el hospital, ya que sufrió muerte neurológica y solo las máquinas de las que estaba conectado lo mantenían con vida.

“En ese momento les explicaron que cuando a Manfred lo operaron, el corazón se le paralizó por siete minutos y lo tuvieron que bombear para que la sangre le llegara a la cabeza, una de las heridas que recibió el muchacho le partió el ventrículo izquierdo del corazón en dos y los médicos trataron de reconstruirlo”, explicó el abogado.

Mauriel comentó que su hermano estuvo inconsciente desde que lo subieron a la ambulancia.

Vigilia para pedir justicia por la muerte de los jóvenes Marco Calzada y Manfred Barberena. Foto Raquel Vargas.

Indignante ataque

Los testigos aseguran que las últimas palabras de Manfred fueron “me asaltaron, me asaltaron”.

Para la familia es muy doloroso que lo único valioso era la vida de Manfred, porque él no andaba nada de valor.

“A mi hermano lo asesinaron solo para llevarse el bolso del almuerzo, él ni siquiera se defendió, lo atacaron. Para mis papás es insuperable, hemos estado más unidos, es demasiada la falta que nos hace”, relató el hermano.

Todo está intacto

“En su cuarto todas sus cosas están intactas como él las dejó, mis papás le hicieron un altarcito y mi mamá siempre le prende velitas”, contó Mauriel.

La familia de Manfred es muy humilde y trabajadora, él era un apoyo para sus papás, y todo el dinerito que le quedaba de su salario lo tenía guardado en el banco porque soñaba con estudiar criminología aunque, según su hermano, también le estaba llamando la atención la administración de aduanas.

Mauriel asegura, finalmente, que sus padres prefieren no ir a las audiencias.

“Las noches antes de las audiencias son difíciles, luego vamos a las audiencias y ni siquiera empiezan, uno sale como loco, solo queremos que paguen por todo el daño que hicieron”, concluyó el muchacho.

Silvia Coto

Silvia Coto

Periodista de sucesos y judiciales. Bachiller en Ciencias de la Comunicación Colectiva con énfasis en Periodismo. Labora en Grupo Nación desde el 2010.

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