Olivier Alpízar Rodríguez, de 47 años y vecino de Heredia, será recordado por siempre como un héroe, pues no le importó sacrificar su propia vida para tratar de salvar a dos niños, de 10 y 13 años, que se estaban ahogando en Puntarenas.

Este hecho, ocurrido el pasado domingo, tuvo un trágico final, pues Alpízar murió debido al tiempo que permaneció debajo del agua, mismo destino que sufrió el menor de 10 años, cuyo cuerpo fue recuperado por las autoridades hasta la mañana de este martes.

Hilda Cordero Pérez, tía de Oli, como le decían de cariño, dijo que lo hecho por su sobrino demuestra el gran corazón que tenía, pues no le importó poner su vida en riesgo con tal de ayudar.

“No es porque fuera mi sobrino, pero él tenía un corazón enorme, y yo pienso que él no iba soportar ver lo que estaba pasando y quedarse sin hacer nada”, dijo Cordero.

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Paseo con amigos

En cuanto a lo sucedido, las autoridades judiciales detallaron que este domingo Olivier llegó a la playa de Puntarenas, cerca del conocido faro, con el oriental Feng Jiany, de 36 años, y los dos menores.

Según contó a La Teja Rebeca Alvarado, hermana de Olivier, el oriental era un amigo de su hermano, mientras que el niño de 10 años, al parecer, era hijo de este. El otro menor que sobrevivió al incidente, en apariencia, era amigo del pequeño ahora fallecido.

La versión que trascendió es que los dos menores habrían sido arrastrados por una corriente mientras disfrutaban del mar, por lo que Alpízar y su amigo no lo pensaron dos veces para tratar de salvarlos.

Al final, Olivier, su amigo y el menor de 13 años fueron rescatados, pero el primero falleció en la clínica San Rafael, en Puntarenas, debido a las complicaciones que sufrió en el hecho.

Extraño les avisó

Hilda contó que casi nadie en su familia estaba enterado del viaje que Olivier iba a realizar este domingo a Puntarenas, por lo que la noticia sobre lo sucedido los tomó por sorpresa, por un momento incluso llegaron a pensar que se trataba de una equivocación.

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“El domingo, a mi hermana Lupe le entró una llamada (del celular de Olivier) y un muchacho le preguntó que qué era ella del dueño de ese celular, mi hermana le dijo que era su sobrino, a lo que ese muchacho le explicó que había pasado un percance con unos chiquitos en el faro de Puntarenas, pero como Oli no tenía hijos pensábamos que se trataba de una confusión.

La hermana de Hilda la llamó de inmediato para comentarle sobre esa extraña llamada y ante esto ella decidió llamar a su sobrino para aclarar la situación, pero nuevamente les contestó el mismo muchacho, quien con más calma le contó lo que había pasado.

“Dios lo quiso así, ahora él está en un mejor lugar y algún día nos volveremos a ver”.

—  Rebeca Alvarado, hermana de Olivier.

En medio de la angustia que sentían, Hilda y su familia se enteraron de que un hombre había fallecido en una clínica a raíz de ese incidente, por lo que viajaron hasta ese lugar y confirmaron que lamentablemente se trataba de Olivier.

“Cuando llegamos a la clínica había unas personas afuera, lamentando la muerte de mi sobrino, porque decían que él era un héroe. Nos dijeron que Oli andaba con un muchacho que le decían el Chino y que al ver ellos semejante percance se lanzaron al mar a ver qué podían hacer, pero la corriente también los arrastró”.

No tenía ganas de ir

Cordero contó que la última vez que compartió con su sobrino fue el pasado sábado 24 de junio, cuando Oli llegó a la fiesta de cumpleaños que ella le organizó a su hija.

“Ese día él le comentó a una de mis hermanas que el próximo domingo (2 de julio) tenía una excursión, pero que no tenía ganas de ir, pero como que los compañeros le estaban insistiendo, entonces que iba a valorarlo”, contó.

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Por su parte, la hermana de Olivier explicó que al oriental, que era amigo de su hermano, le encantaba hacer viajes de pesca, por lo que siempre invitaba a Alpízar, al parecer, por eso fue que este domingo se fueron de paseo a Puntarenas.

Gran corazón

Tanto su tía como su hermana lo recordaron como un hombre de gran corazón, quien siempre ponía a su familia por encima de todas las cosas.

“Olivier era una persona supercariñosa, a la que siempre se le veía con una sonrisa, en realidad él nos deja un gran vacío. Él era mi sobrino, pero como mi mamá lo crió por muchos años, era más bien como un hermano para nosotros”, dijo la tía de Alpízar.

“Era una persona muy amable y especial, un hijo excelente, todos los queremos mucho y lo llevaremos en el corazón”.

—  Rebeca Alvarado, hermana de Olivier.

Además de dejar gratos recuerdos en todos sus seres queridos, con su último aliento Olivier también dejó una gran enseñanza para todas las personas que se enteraron de lo ocurrido.

“Nos dejó una gran enseñanza en sus últimos momentos, de que en realidad aquí estamos para ayudar a los demás, así como lo hizo él en ese preciso momento, donde dio su vida por salvar otra vida, eso demuestra el gran corazón que tenía”.