Homicidios han llevado dolor a 502 familias en lo que va del año

Papá de joven que fue asesinado para robarle moto todavía espera justicia

Este artículo es exclusivo para suscriptores (3)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.


Ingrese a su cuenta para continuar disfrutando de nuestro contenido


Este artículo es exclusivo para suscriptores (2)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.


Este artículo es exclusivo para suscriptores (1)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

La epidemia de homicidios que golpea a las familias ticas desde hace varios años no se detiene, la mejor prueba de esto es que a este miércoles 20 de noviembre ya pasamos de los 500 asesinatos.

El OIJ ya registra 502 personas asesinadas. Las estadísticas detallan que 161 de estas muertes violentas se dieron por ajustes de cuentas, generalmente relacionados con temas de crimen organizado y narcotráfico.

Sin embargo, también muchos inocentes han perdido sus vidas, pues según los datos de la Policía Judicial 83 homicidios se han dado durante la comisión de un delito, como por ejemplo un asalto.

Una de esas víctimas inocentes fue Román Zúñiga Avendaño, un joven de 22 años que soñaba con convertirse en cantante y que el pasado 20 de febrero fue asesinado por dos maleantes para robarle su moto, hecho que ocurrió en Purral Abajo, en el cantón de Goicoechea.

Don Román Zúñiga, padre del joven, contó que este miércoles se cumplieron 9 meses del homicidio y por eso visitaron la tumba del joven, como lo suelen el día 20 de cada mes.

“Nosotros entendemos las pocas respuestas de las autoridades porque es un caso en investigación, pero lo que nos duele es que no hay justicia pronta y cumplida. Por desgracia por ahí deben de andar esos maleantes haciendo de los suyas y alguien más podría ser su nueva víctima”, dijo Zúñiga.

El papá contó que estos meses han sido muy duros para su familia, especialmente para su papá de 81 años que resultó muy afectado con la muerte de su nieto Román.

“Han sido meses muy tristes, nos hemos unido como familia, pero es algo que uno no supera por nada del mundo, son miles de preguntas las que uno se hace, como ¿por qué que no se actúa pronto?”, añadió.

Dolor inigualable

Don Román dijo que él mejor que nadie entiende el dolor por el que están pasando las demás familias que perdieron a un ser querido en un homicidio, pero lo que realmente le preocupa es que la lista siga aumentando.

“Es muy triste porque personas inocentes están falleciendo a manos del hampa y la justicia es lo menos que vemos, hasta crímenes que han quedado impunes y eso es lo que no queremos”, insisitió.

“Los que andan en malos pasos pueden terminar en la cárcel, muertos, o si les va bien en hospitales, pero los inocentes no se merecen eso”, continuó.

Zúñiga dijo que nada le podrá devolver a su hijo, pero al menos espera que la justicia se encargue de detener a los responsables, pues así tendrá la paz de que esos desalmados no le harán daño a ninguna otra familia.

Cifra superada

La cifra de 500 homicidios se superó entre la noche del martes y la madrugada del miércoles con cuatro muertes violentas a punta de balazos.

El primer caso ocurrió a eso de las 7 de la noche del martes en Pueblo Nuevo de la Virgen de Sarapiquí, en Heredia, y en este perdió la vida un nicaragüense identificado como Daniel Pérez Amador, de 35 años.

De acuerdo con el OIJ, Pérez estaba echándose unos tragos con su hermano afuera de la casa y, por motivos que se investigan, ambos empezaron a discutir hasta que el sospechoso sacó una pistola y le pegó un plomazo a Daniel en el pecho, quien falleció de forma instantánea. El hermano está en fuga.

El segundo homicidio sucedió a las 8 de la noche de ese mismo día en Hatillo 8, Alameda 23, lugar donde falleció José Alberto Morales Molina, de 34 años, quien recibió un plomazo en el brazo derecho y otro en la cabeza.

El homicidio número 501 fue el de Jorhany Alejandro Rowe Arce, de 28 años, quien fue asesinado a eso de la 9:15 de la noche en Limón 2000. El joven fue atacado por unos gatilleros que le pegaron 15 balazos entre su cabeza y pecho.

El último caso fue el de Mario Antonio Cañas Talavera, de 28 años, quien falleció a eso de la 1 de la mañana de este miércoles en el boulevar del Sol en Barranca, Puntarenas.

La Policía Judicial informó que el homicidio ocurrió cuando Cañas estaba fuera de su casa y recibió al menos 17 balazos.

Pese a que la cifra de 502 homicidios es alarmante, el OIJ destacó que aún se estaba por debajo los casos registrados el año pasado, ya que a la misma fecha (20 de noviembre) se contabilizaban 533, es decir, 31 más de los que se llevan hasta el momento.