El torero improvisado Luis Diego Morales Romero considera que volvió a nacer luego de estar 12 horas inconsciente y despertar en una cama del hospital Calderón Guardia.
Una de las primeras cosas que hizo fue ver en reiteradas ocasiones el video sobre la impresionante caída que tuvo luego de ser embestido por el toro 911 en Zapote.
Morales, de 28 años, retaba al animal con el que pretendía ganarse ¢25 mil, por lo que hasta le bailó al frente y de esta manera iba ganando confianza, pero como sabemos, la confianza rope el saco.
El animal reaccionó, le pasó por encima y lo levantó. Morales dio una vuelta por los aires y cayó violentamente a la arena. Desde ese momento quedó inconsciente.
Por la caída al muchacho se le estalló uno de los pulmones, tuvo una fractura leve en la columna y tres costillas quebradas.
“Gracias a Dios estoy acá contando el cuento, aunque muy golpeado, los médicos me dijeron que el pulmón se regenera y ahí voy en recuperación”, dijo Morales.
La brava embestida la sufrió el viernes 3 de enero en las corridas de las 8 de la noche. Morales reaccionó hasta el día siguiente a las 9:30 de la mañana, a pesar de que muchos imaginaban lo peor, ese misma noche pudo regresar a la casa.
“Cuando me desperté estaba intubado, alrededor mío había varias mangueras, no sabía por qué estaba ahí, lo último que recordaba era que estaba en el redondel y no me explicaba cómo llegué ahí”, mencionó el joven, vecino de La Unión de Cartago y padre de tres hijos menores de edad.
Le han rogado que no vaya al redondel
Esta era apenas la segunda vez que se metía en el redondel y a pesar de que su familia le ha insistido en que no regrese, el improvisado dice que desea recuperarse para volver a sentir la adrenalina.
“Más adelante quiero estar de nuevo en la arena, no me da miedo, la adrenalina es la que nos manda a tomar estos riesgos, no me arrepiento de haberme metido, las cosas pasan por algo, pero por dicha estoy bien, volveré pero tendré más precaución.
“Todos en mi familia me han insistido que no me meta ahí, pero es algo que me gusta”, aseguró.
En la familia ninguno es aficionado a los redondeles, pero él se describe como una persona atrevida, incluso el día que sufrió la embestida los papás estaban en Zapote disfrutando de las comidas y juegos mecánicos, ni se imaginaban que su hijo estaba en el redondel.
Una hermana vio el tremendo levantín por tele y de inmediato llamó a los papás, quienes llegaron soplados a la Cruz Roja del redondel y luego se fueron para el centro médico.
Al final Morales no le pasós ni cerca a los ¢25 mil y por esa plata casi vuela al otro potrero.
Doctores le decían que es un milagro
"Los médicos me decían que era un milagro mi recuperación, me explicaban que pudo ser peor por la manera en la que caí y que los golpes fueron en la cabeza y espalda.
“Yo no dejo de asombrarme porque sé que el 25 de diciembre pasado un muchacho tuvo una caída igual y estaba en coma, los doctores me dijeron que lo mejor era que hubiese despertado rápido y no quedara con fracturas o inválido.
“Considero que es una segunda oportunidad y sé que debo mejorar sobre todo por mis hijos, ahorita estoy desempleado, pero ya deseo recuperarme para ser mejor persona”, reflexionó.
De acuerdo con don Álvaro Zamora, experto estadígrafo de nuestro mundo taurino, a este sobreviviente lo bautizaron como “El Bailarín” por el espectáculo que dio, además su osadía sirvió para sumar a las 205 revolcadas y levantados que hubo en Zaporte en en el recibimiento del año.