El incendio ocurrido la mañana de este domingo en San Juan de Dios de Desamparados, que cobró la vida de una mamá y sus tres hijos es uno de los hechos más trágicos de la última década.
Según confirmó el Cuerpo de Bomberos, desde enero de 2016 no se registraba en el país una emergencia por incendio con tres víctimas menores de edad en un mismo evento. En aquella ocasión, el siniestro ocurrió en Santa Cruz de Guanacaste, donde fallecieron tres menores y una adulta mayor.
Aunque en años recientes han sucedido incendios con múltiples víctimas, como el de marzo de 2020 en Moravia (cuatro adultos fallecidos), abril de 2019 en La Carpio (siete fallecidos, seis adultos y un menor) o noviembre de 2016 en León XIII (seis víctimas mortales), el caso de Desamparados en Desamparados desgarró a la comunidad.
Bomberos de Costa Rica lamentó profundamente este hecho y reiteró la necesidad de reforzar la cultura de prevención en los hogares.
Entre las recomendaciones destacan la instalación de detectores de humo, lámparas de emergencia, extintores y la puesta en práctica del Plan Familiar de Incendios.
Las estadísticas del Cuerpo de Bomberos reflejan la magnitud del problema: entre 2010 y lo que va del 2025, han fallecido 241 personas a causa de incendios estructurales, de las cuales 40 eran menores de edad.
En 2025, ya se reportan nueve víctimas fatales por fuego, tres de ellas menores. Esta cifra iguala, por ahora, el número de menores fallecidos en todo el 2020 y supera lo registrado en años como 2021, 2022 y 2023, cuando no hubo víctimas infantiles reportadas.
Las autoridades reiteran el llamado a revisar instalaciones eléctricas, evitar el uso de múltiples aparatos conectados en un solo enchufe y, sobre todo, conversar en familia sobre rutas de evacuación y protocolos en caso de emergencia.
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La vivienda quemada este domingo estaba en un segundo piso y solo había una salida.