Investigan si accidente de tren fue por descuido o falla mecánica

Con el propósito de ir atando cabos sobre el caso de la pareja que murió aplastada por un vagón de tren en Alajuela, el OIJ y el Ministerio Público allanaron la mañana de este martes las oficinas centrales del Instituto Costarricense de Ferrocarriles (Incofer).

El trágico hecho sucedió la mañana del martes 9 de enero y perdieron la vida el ingeniero civil Alberto Madriz Soto, de 54 años, y la profesora Angelita Abarca Calero, de 56. Resultó herido Cristhian Rojas Castro, de 40 años, quien está internado en el hospital de Alajuela.

Desde bien tempranito los agentes judiciales se hicieron presentes en la conocida Estación del Pacífico, donde llevaron a cabo un allanamiento “pasivo”, pues no tuvieron que botar portones para entrar.

¿Cómo estaban?

De acuerdo con la Fiscalía el allanamiento estaba dirigido a encontrar documentos que revelen cuál era el manejo y el mantenimiento que les daba el Incofer a los dos vagones que se soltaron aquel martes en Alajuela.

Walter Espinoza, director del OIJ, explicó que, de momento, la investigación está centrada en averiguar si el hecho se dio a partir de un error humano o un problema mecánico en las dos plataformas.

“Se está abordando como un asunto de carácter culposo. Eso significa que la Policía y la Fiscalía van a realizar todos los procedimientos para determinar si en la cadena de acontecimientos que culminaron con el resultado de las muertes hubo una falta al deber de cuidado, o sea, alguna negligencia, descuido o acción inconveniente o inoportuna”, dijo Espinoza.

Espinoza fue claro al decir que no están señalando a nadie como responsable de cometer los homicidios “con voluntad y conocimiento”, solo investigan las circunstancias que dieron pie a la tragedia.

Además de investigar el mantenimiento que se les daba a los vagones, el director del OIJ dijo que también van a poner bajo de la lupa la relación entre el Incofer y la empresa contratada para la construcción de la vía férrea en San Rafael de Alajuela.

“Queremos conocer cuáles eran los requerimientos que se le hicieron, cuáles son los detalles de la contratación y si las personas que participaron tenían capacitación o conocimiento suficientes”, añadió.

Con los documentos en mano, el OIJ procederá a comparar lo encontrado en la escena con lo que dicen los papeles para así sacar conclusiones de si las cosas se hicieron como tenía que ser o no.