El alcalde de San José, Johnny Araya, dice que su detención es uno de los momentos más duros que ha enfrentado en su vida e insistió en que es inocente.
Así lo aseguró este miércoles en los Tribunales de Goicoechea, antes de irse a su casa en Rohrmoser, Pavas.
Araya fue puesto en libertad este miércoles en la tarde, junto a los otros cinco alcaldes sospechosos del caso Diamante. La Fiscalía solicitó que se le impida salir del país, que no se acerque al municipio ni a testigos, que firme una vez al mes y que se le suspenda de su cargo, pero la audiencia no ha terminado y podría alargarse hasta el viernes.
“No hay duda de que este ha sido uno de los momentos más dolorosos y más tristes de mi vida. Después de la pérdida de un hermano y de mi padre no he vivido un momento más duro que el que me ha tocado vivir en estos días. Le he pedido a Dios que me dé fortaleza para enfrentar estas situaciones tan adversas.
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“Quiero decirles que yo tengo más de 25 años de estar al frente de la Municipalidad de San José y estoy seguro de que en esos 25 años he cometido errores, pero también estoy absolutamente seguro de que ninguno de esos errores tiene que ver con un acto de corrupción”, aseguró el alcalde.
Araya está convencido que con el tiempo va poder demostrar su inocencia.
“Me siento descontextualizado y será el tiempo y la ayuda de Dios los que me van permitir a lo largo de este proceso demostrar mi inocencia. Quiero decirle a los que han confiado en Johnny Araya, a la gente que me ha mostrado cariño durante tanto tiempo y a los que se han mostrado solidarios, que soy inocente, soy inocente, estoy totalmente convencido que hay un error en esta acusación ya será el proceso el que nos permita demostrar lo infundado de la acusación”.
Finalmente mencionó que en este momento no puede decir que lo que ocurre se trate de una persecución política.