Joven atropellado por patrulla encontró a su amigo, pero perdió a su amado perro

El peludito llamado Mostro se perdió hace tres días en Concepción Abajo de Alajuelita

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Luego de vivir varias semanas de pura incertidumbre, Adrián Garro Fernández, de 34 años, finalmente encontró a su amigo César, a quien no veía desde el 25 de octubre, cuando ambos fueron atropellados por una patrulla de la Fuerza Pública en Alajuelita.

Sin embargo, no todo ha sido alegría para Garro, pues hace tres días se perdió otro gran amigo: su amado perrito Mostro, quien no se había separado de él desde el día del accidente.

“No ve que me robaron a Mostro, lo saque un toquecito y ya no aparece, lo hemos buscado por todo el barrio y no lo encontramos”, contó angustiado.

Garro contó que esta situación lo tiene con sentimientos encontrados, pues por un lado está feliz de tener a César en su casa, ubicada en Concepción Abajo de Alajuelita, pero por el otro no deja de pensar en dónde estará su peludito.

Llamada sorpresiva

Adrián contó que el reencuentro con César se dio el pasado domingo, luego de que este logró llamarlo desde el hospital San Juan de Dios, donde siempre estuvo internado.

“Yo no sabía nada de él, ni sé cómo fue que encontró mi número, pienso que seguro vio la nota de La Teja”, contó.

Garro explicó que él no había podido encontrar a su amigo en el hospi debido a que no se sabía sus apellidos, pero ahora ya no se le olvidará que se llama César Augusto Centeno Rodríguez.

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Según Garro, César le contó que debido al accidente le tuvieron que cortar una parte del hígado y de un pulmón.

“Ahorita está en la casa reposando porque con estos fríos ni puede salir, más que anda con todo el estómago lleno de grapas”

Al consultarle si podíamos conversar con César, Adrián nos dijo que estaba difícil, pues no lo tenía cerca, esto debido a que Garro y su esposa estaban en el centro de San José tratando de ganarse una platita vendiendo artículos como cargadores de celulares y manos libres.

Mostro perdido

Aunque aún siente mucho dolor por las heridas que sufrió en su pierna derecha, Garro y su esposa no han parado de buscar a Mostro por todo lado.

“El tiene que estar por ahí en el barrio, para mí que alguien lo debe tener encerrado, porque él no es de irse así, siempre pasa pegado a mí”, dijo Adrián.

Sumado a la preocupación por el paradero de su peludito, Adrián dijo que en su casa la están viendo complicada, pues él aún no puede trabajar y ahora necesitan más ayuda debido a los cuidados que requiere César.

“Gracias al reportaje me ayudaron dos personas, un señor que me regaló diez mil colones y otro que nos ayudó con treinta mil colones para la comedera de la casa, pero después de eso nadie nos ha vuelto a contactar”.

Adrián ahora está a la espera de que en el Ministerio de Seguridad Pública le digan si la póliza de la patrulla los cubrirá a él y a su amigo.