No hay día en el que Saylin Salas Castillo no enfrente dolores físicos y emocionales luego de sobrevivir a un aparatoso choque en el que murió su pareja. Ella estuvo en coma debido al accidente y le tuvieron que amputar la pierna derecha y reconstruir la izquierda.
Pese a esas angustias, Salas, de 37 años, se llena de optimismo y se esfuerza al máximo para tratar de ser una madre independiente y agradecida con aquellas personas que le tienden la mano para que siga avanzando.
Para Saylin, mayo es un mes de sentimientos encontrados, primero porque agradece estar viva a pesar de los dolores interminables y segundo por no tener a su lado a su compañero de vida.
El fatal accidente ocurrió el lunes 3 de mayo del 2021, cuando ella y su pareja, Luis Eduardo López Umaña, viajaban en una moto y los chocó de frente un motociclista que manejaba a alta velocidad, en Campo 5 de Cariari, Limón.
“Son sentimientos encontrados porque, por un lado, me pone muy triste la muerte de él, pero también me pongo alegre porque sigo con mis demás familiares y no dejé a mi hija sola. Es difícil de explicar, porque me he sentido triste y a la vez contenta”, manifestó la joven mamá de una adolescente.
Asegura que justamente su hija y principalmente su mamá, son quienes le dan fortaleza para continuar.
“Hasta hoy ha sido una gran lucha de la que he podido irme levantando, trato de superarme, siempre he sido una mujer independiente, pero luego del accidente no pude seguir con el ritmo de vida que llevaba. Un día le dije a mi mamá que no podía seguir encerrada en la casa y decidí aprender a hacer caldosas y venderlas cerca de mi casa.
“También llevo un curso de emprendedurismo con el INA, me gustaría llegar a aprender cómo administrar un negocio”, expresó la sobreviviente.
Cuenta que siempre trató de ser una persona muy independiente y esto es lo más difícil de afrontar, porque luego del accidente siempre necesita de la ayuda de los demás.
“Es muy difícil, me visualizaba con muchas cosas apenas recibiera la prótesis, pensaba que cuando me la dieran iba a caminar con normalidad, pero luego caí en la realidad que no es así, porque mi pierna izquierda está reconstruida y no tiene fuerza, me duele 24/7 y cuesta reintegrarse a la sociedad”, detalló.
Con todos estos dolores, Saylin prepara sus caldosas desde las 7 de la mañana y las ofrece en la zona conocida como el cruce de la “abogada Mayra” en Cariari, luego llega a su casa y descansa hasta las 9 p.m. luego de preparar más.
La mayor parte del tiempo debe pasar en la silla de ruedas porque su pierna izquierda no le da la estabilidad para mantenerse mucho rato de pie.
Tristes recuerdos
La tragedia sucedió cuando a Saylin y a su pareja les faltaba poco para llegar a la casa, pero cuando pasaron frente a la finca Banagro, 300 metros al norte de la escuela de Campo 5, se toparon con un vecino, Jorge Acuña Rivera, de 28 años, que viajaba a alta velocidad y perdió el control de su motocicleta.
Acuña también murió en el choque.
Luis Eduardo dejó un hijo, de 9 años, de otra relación.
El día de la tragedia Luis Eduardo y Saylin habían visitado a Cindy, hermana de la sobreviviente, quien los invitó a compartir una sopa con otros familiares. Ese almuerzo se convirtió en la despedida de la familia para Luis.
Los accidentes en carretera siguen cobrando vidas, en este 2023 han fallecido 195 personas en accidentes de tránsito.