Sucesos

La evidencia más pequeña muchas veces es la clave para resolver un caso

Las más comunes son semen, sangre y pelos

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La más microscópica huella de sangre, un pelo que solo puede ser encontrado con un foco o hasta restos de zacate podrían resolver un caso judicial y mandar a una persona a la cárcel, como ocurre en las famosas series de televisión gringas como CSI.

Los laboratorios forenses del OIJ están entre los mejores de Centroamérica en manejo de evidencia o pruebas que son recolectadas en homicidios, robos, asaltos y hasta violaciones.

En el programa de radio “OIJ a tu servicio”, que realiza la institución y se trasmite todos los sábado por 91.5 (Teletica Radio), el jefe de la sección de Inspecciones Oculares y Recolección de Indicios, Manuel Ernesto Durán, y la especialista en biología forense, Rossana Oliva Barboza, explicaron que evidencias pequeñas, las cuales cuestan ver a simple vista, han resuelto casos.

Ellos las conocen como evidencias trazas y las encuentran todos los días.

“Las evidencias trazas son muy pequeñas y escasas, pueden pasar inadvertidas, se deben buscar con un foco o equipo especializado. Son fáciles de perder, por eso en las escenas no se toca nada, por eso insistimos tanto en preservar el sitio donde ocurre un suceso, pueden ser un elemento piloso, es decir un pelo, fibras textiles, restos vegetales, polen, vidrios, fluidos biológicos como semen o sangre, incluso pueden ser restos de suelo o tierra”, explicó Oliva.

Rossana asegura que cuando llegan a una escena nunca tienen la certeza de que alguno de esos indicios que encontraron se va a convertir en evidencia, pues eso pasa conforme va avanzando la investigación.

La búsqueda de ese tipo de prueba es común cuando encuentran un cadáver y con mucha precisión los agentes tratan de hallar hasta lo más diminuto que les permita armar la investigación.

Incluso, con ayuda de unas lámparas especiales pueden encontrar saliva o hasta una mordedura que a simple vista no se veía.

Uno de los casos en que las evidencias trazas ayudaron a resolver un caso se dio en enero del 2015 en Alajuela, cuando un joven de 22 años se metió a robar dentro de un local. Los investigadores recibieron la denuncia y durante la inspección encontraron unos rastros de sangre, que hacían presumir que el sospechoso se cortó.

Esas muestras de sangre fueron analizadas en los laboratorios forenses y los resultados fueron guardados en el Codis, software diseñado por el FBI que permite guardar los resultados de ADN de las pruebas que se realizan y que son muy útiles en casos de violaciones o cuando aparecen restos, pues se comparan y pueden resolver casos.

En marzo de ese mismo 2015, igualmente en Alajuela, se dio una balacera en la que un hombre resultó herido. Entonces se recolectaron rastros de sangre del baleado.

Cuando los forenses metieron el resultado en el Codis, el sistema dio la alerta de que ese herido era el mismo joven sospechosos del asalto en el local.

“Con la recolección de evidencia traza podemos resolver o dar información de cualquier caso, homicidios, robos, secuestros, cualquier caso penal, accidentes de tránsito o hasta robo de ganado. Este tipo de prueba tan pequeña es muy común encontrarla en la detección de saliva o semen en la ropa de las víctimas. Para eso se usa una lámpara y con unos lentes especiales se logra ver la florescencia de una proteína, ahí es donde están los fluidos”, explicó la experta.

Rossana contó que en sus 19 años de carrera nunca ha visto un caso igual a uno que atendieron en 2007.

“Fue una violación de una menor en Pococí, a la que no se le encuentra nada de evidencia, ella ha sido violada varias veces, incluso el investigador pensaba que el abusador lavaba las prendas o a la niña. Entonces mandó unos restos vegetales que estaban pegados en la ropa, llamados pega pega y que casi solo crecen en plantaciones bananeras.

"El sospechoso decía que por donde estuvo era asfalto, pero la niña decía que fue en una plantación y esos restos vegetales hicieron que el sospechosos se pusiera nervioso y después dijera que se había desviado. Entonces el sospechoso, que era un menor de edad fue condenado”, narró la experta.

Según Durán, las muestras más fáciles de comprobar son la sangre y el semen, porque siempre se puede decir de quién son, siempre y cuando haya alguien para compararlas y den el 99.99 por ciento de acierto.

Oliva asegura que las muestras de sangre no siempre son “bonitas”, pues a veces cuando las van a recolectar ya tiene horas o hasta días.

"Por eso para nosotros es tan importante cuidar la escena e incluso hacemos rutas de ingreso para no alterar nada, le hemos pedido a las otras autoridades que nos ayuden con esto. Eso sí, si está en peligro la vida de una persona, antes de cualquier cosa lo más importante es salvar a esa persona

Si usted quiere escuchar la entrevista a los expertos puede visitar la página_: https://sitiooij.poder-judicial.go.cr/index.php/comunicacion/programa-de-radio/item/14756-evidencia-traza-en-la-investigacion-criminal

Silvia Coto

Silvia Coto

Periodista de sucesos y judiciales. Bachiller en Ciencias de la Comunicación Colectiva con énfasis en Periodismo. Labora en Grupo Nación desde el 2010.

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