A Adinir Gabriel Méndez Castro, de 32 años, le encantaban las motos y por ello aprendió sobre la mecánica de estas.
Su mamá, doña Vitina Méndez, lo estaba impulsando a tener un taller mecánico en la casa en donde viven, en Cóbano, Puntarenas, con la esperanza de que así construyera un mejor futuro.
“Vivía conmigo, su sueño era tener su taller en la casa; incluso, ya habíamos hablado de eso. Desde que era un niño, salía de la escuela y decía: ‘voy a ir a trabajar en mecánica’. Se iba al frente de mi casa en donde tenían un taller, los señores lo ponían a pasar llaves de herramientas y así fue como aprendió”, relató su mamá a La Teja.
Lamentablemente, estos sueños quedaron truncados, pues él se convirtió en víctima de un violento ataque en el que los principales sospechosos fueron sus vecinos.
Una mujer de apellidos Alfaro Toruño, quien se hace llamar “La Sicariona” en sus redes sociales; el supuesto novio de ella, de apellidos Zapata Sandino, y dos hombres más de apellidos Ramírez Saborío y Castro Ovares son los investigados por este hecho.
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Mamá presintió tragedia para hijo
“Tololo”, como le decían de cariño, fue visto con vida por última vez el viernes 28 de marzo anterior, cuando salió de su casa, pese a que su mamá le había insistido que no lo hiciera.
“Le dije: papi, no salga, quédese conmigo; le rogaba para que no saliera. Yo tenía semanas en las que sentía una cosa muy fea, un presentimiento, se me apretaba el pecho, me daba por llorar, lo veía a él y lloraba. Le dije que sentía que algo iba a pasar y solo me dijo: ‘ay mamita, ya está usted con sus cosas, a mí nada me va a pasar y, si me llegara a pasar, no piense porque me voy con Cristo’, era lo único que me decía”, dijo doña Vitina.
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Adinir no había recibido amenazas, pero su mamá tenía un presentimiento que no la dejaba tranquila.
“Él salió y no regresó más, cuando me levanté el sábado siguiente, por la mañana, vi que aquí no había amanecido, entonces me preocupé demasiado, pues él siempre llegaba”, expresó.
Las horas pasaron y la peor noticia llegó para la familia, cuando, por medio de las redes sociales, se enteraron de que habían encontrado a un muchacho sin vida en el puente del río Santa Fe, en barrio La Menchita, en Cóbano, Puntarenas.
“Me asusté, fui al OIJ, pregunté en la Policía y todos me decían que no era él. Después las mismas autoridades me llamaron para decirme que sí era él”, señaló.
El sufrimiento para ella ya era mucho, no fue al lugar del hallazgo para no ver a su ser querido en esas condiciones.
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La Fiscalía de Cóbano determinó que, al parecer, Adinir fue golpeado con un tubo de metal, que lo hizo caer al suelo; luego, lo agredieron con un arma punzocortante, lo que le causó la muerte.
Finalmente, lo metieron en una bolsa y en una moto lo llevaron hasta el río Cóbano, donde le prendieron fuego.
Ahora esta pobre madre extraña los abrazos que su hijo le daba todos los días.
“Era mi hijo más cariñoso, de los cuatro que tengo, me decía: mami, te amo, y me abrazaba. Esto ha sido un golpe muy profundo, era el que siempre llegaba y me besaba, y ya eso no está (se refiere a ese cariño)”, detalló.
Sospechosos lo habrían engañado con una fiesta
Los sospechosos de cometer este cruel hecho, en apariencia, lo engañaron para atraerlo hacia ellos.
“Lo que la gente cuenta es que en el centro de Cóbano mi hijo dijo: ‘me invitaron a ir a una fiesta’, pero era para hacerle el daño a él”, comentó doña Vitina.
“Se cree que estas personas sospechaban que el ofendido había informado al Organismo de Investigación Judicial que, desde la casa de Castro, se daba la venta de drogas”, dijeron en la oficina de prensa del Ministerio Público.
Se presume que esperaron a que el ofendido llegara a la casa de ese imputado y luego entre todos lo atacaron.
En abril anterior, los sospechosos fueron detenidos y el Juzgado Penal de Cóbano les impuso a los sospechosos seis meses de prisión preventiva, mientras avanza la investigación.
Este es el único crimen que ha ocurrido en Cóbano en lo que llevamos de este 2025.