Llamadas anónimas permitieron que cuatro personas, de distintas partes del país, fueran detenidas como sospechosas de vender drogas.

Las capturas se realizaron en San Carlos, Heredia y Liberia gracias a que varias personas llamaron a la línea confidencial del OIJ 800-8000645.

El primer caso se trata de una mujer de apellidos Alvarado Boza, de 23 años, y su compañero sentimental de apellidos Villalobos Cruz, de 20.

Ellos fueron detenidos por el delito de Infracción a la Ley de Psicotrópicos, la captura se dio en Los Chiles de Agua Zarcas, en San Carlos.

El OIJ informó que tenía a la pareja bajo la lupa desde hacía dos meses porque recibieron información confidencial de que a la vivienda de los sospechosos llegaban gran cantidad de adictos a realizar compras de droga, tanto marihuana como crack.

Los sospechosos también salían, aparentemente, a hacer entregas en los alrededores.

“Durante las vigilancias se logra comprobar la presunta participación de los sospechosos, que fueron detenidos esta mañana, logrando también el decomiso de importante evidencia para la investigación, tal como varias piedras de crack y dosis de marihuana”, indicó el OIJ.

Lotería de mampara

Por otra parte, en Hereedia fue detenida una mujer de apellidos Porras Mora, de 52 años, como sospechosa de vender drogas.

El arresto de Porras se dio a las 3 p. m. de pasado jueves, en las cercanías del Mercado Municipal de Heredia.

En la investigación se determinó que la mujer, vecina de Guararí, se paraba todos los días en una calle a vender lotería y al mismo tiempo drogas, específicamente crack.

En el momento de la detención se le decomisaron varias piedras de crack que llevaba escondidas en la ropa.

La investigación contra Porras inició el 5 de abril de este año, también, gracias a llamadas confidenciales.

A domicilio

Por último, esta mañana fue detenido en Liberia, Guanacaste, un hombre de apellidos Romero Marchena, de 20 años, por venta de crack y mota.

El arresto se dio en la casa de Romero, en el centro de Liberia. En el lugar los agentes encontraron droga e instrumentos para prepararla y empacarla.

Romero aparentemente vendía la droga en su casa y ofrecía servicio a domicilio.