Lo condenan a 12 años por matar a reo que se le coló en la fila

Una platina puntiaguda, de 35 centímetros de longitud y con empuñadura de tela blanca, fue el arma utilizada por un interno de la Unidad de admisión de Sandoval, en Limón, para asesinar a otro reo que intentó colarse en la fila cuando estaban por recibir el almuerzo.

Por este hecho un hombre de apellidos Varela Umaña, alías Increíble, fue condenado a 12 años de cárcel, quien ya descontaba 11 años por robo agravado y tentativa de robo.

La víctima fue identificada como Alexánder Ortiz Figueroa.

El sentenciado, de 40 años y quien dijo ser oriundo de Pavas y mecánico de enderezado y pintura, escuchó la sentencia en calma.

Sin embargo, al salir de la sala de juicio explotó en cólera porque una mujer que lo había acompañado a la lectura del fallo, no quiso acercarse para despedirse, aunque lo cierto del caso, es que ella nunca se enteró de su deseo porque estaba aturdida con la resolución.

Al salir, Varela pateó la puerta y en el zaguán del edificio de los Tribunales de Limón y forcejeó con los dos custodios del OIJ que lo escoltaban a celdas por lo que también ameritó la intervención del guarda de juicio.

Conflicto inesperado

Los hechos por los que fue condenado Varela ocurrieron el 5 de noviembre del 2009 alrededor de las 11 a.m, cuando estaba por distribuirse el almuerzo en la cárcel limonense, según la lectura de la acusación por parte de la fiscal Rebeca Jiménez.

Varela Umaña ya estaba formado en la fila porque, al parecer, además de recibir su almuerzo, también recogería el de otros internos, tarea por la cual lo compensaban con algún dinero.

Sin embargo, fue en ese momento cuando Ortíz Figueroa intentó colarse razón por la cual Varela lo increpó y ambos se fueron a los golpes.

Los otros internos que estaban cerca los separaron y los dos se retiraron a sus respectivos dormitorios.

Transcurridos algunos minutos, Increíble se dirigió calladito al dormitorio número tres, del ámbito D, donde estaba Ortiz.

“Una vez que estaba cerca de Ortiz y sin que existiera ningún peligro para sí, porque la víctima estaba desprevenida y desarmada, Varela desde el portón del dormitorio lo sorprendió y le dio una estocada al lado izquierdo del tórax”, según el relato de la fiscal Jiménez

El interno intentó defenderse pero, con la misma platina volvió a agredirlo varias veces.

El arma homicida fue localizada minutos después en el desagüe de un lavatorio.

Increíble alegó ser inocente y culpó a otro interno. Incluso presentó a dos testigos, también privados de libertad que lo exoneraron de responsabilidades.

El asesor legal de Increíble, José Ramírez, de la Oficina de Defensores Públicos de Limón mencionó que esos testigos fueron más certeros que los aportados por la Fiscalía, que a su juicio rindieron declaraciones incongruentes.

Sin embargo, a criterio del Tribunal de Juicio fue al revés, los aportados por Varela llegaron a ser complacientes.

Este juicio ya se había celebrado en una primera ocasión, pero debió anularse luego de que la defensa pública apeló ante una falla técnica.

El nuevo tribunal estuvo integrado por Yety González, Mario Francisco Piedra y Hernán Salazar.