Sucesos

¡Los milagros sí existen! Joven que sufrió terrible atropello supera los pronósticos médicos en su contra

Muchachito necesita camisetas pues pasa horas mordiendo su ropa.

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A todos aquellos que ven las fotos de Óscar Enrique Cisneros Prado, cuando tenía 21 años, después del terrible accidente que sufrió y las comparan con las de la actualidad (dos años y medio después), se les pone la piel de gallina, porque “Osquitar” es un verdadero milagro.

El joven sufrió terribles lesiones luego de ser atropellado por un carro.

En La Teja le habíamos contado la conmovedora historia en el 2021, pero esta semana volvimos a saber de “Osquitar” y nos sorprendimos al saber que ya no está inmóvil en una cama, sino que gracias a los cuidados y el amor de su mamá, ya camina solito pese a las dificultades.

A este joven, vecino de Pérez Zeledón, según su mamá, Laura Prado, los médicos no le dieron ninguna esperanza de vida.

El accidente ocurrió el 21 de agosto del 2021, Óscar iba a cruzar la calle en las cercanías del Maxi Palí de Pérez Zeledón a eso de las 11:30 p.m., y un carro lo atropelló.

Según un dictamen entregado a la familia por el hospital Escalante Pradilla de Pérez Zeledón, tuvo un trauma cráneo encefálico severo, necesitó ventilación mecánica asistida, los doctores le hicieron una traqueotomía y tuvo contusiones cerebrales múltiples, golpes severos en el pecho y el abdomen, sufrió varias fracturas, le hicieron un PEG (gastrostomía endoscópica percutánea) para que se alimente y debido al daño neurológico no podía moverse.

Doña Laura supo lo que fue tener a su hijo un mes en coma.

“Cuando Óscar vino a la casa estuvo cuatro meses en cama y le tenía que hacer todo, bañarlo, cambiarle los pañales, darle de comer. Él ha tenido una gran mejoría, no le voy a decir que ha sido fácil porque no, hay días que han sido muy duros. Ahora puede caminar con dificultad, ya no usa pañales, y come solito, usa un pedazo de palo que le di para apoyarse, porque no podemos comprarle un bastón”, dijo.

La mamá nos contó que “Osquitar” a veces puede hablar o logra contestar cosas que le preguntan, pero otras veces no dice cosas coherentes.

“Parece que eso se debe a que a él se le reventó una vena de la cabeza y por eso no sabemos si es algo permanente, porque todo ha sido esperar, pero gracias a Dios tengo a mi hijo conmigo. Es duro porque él no duerme a ninguna hora, pero lo que hace es que habla y habla y se sienta en un lugar y luego en otro, a veces me ha dicho que, sino fuera por culpa del señor que lo atropelló él no estaría así”, dijo la mamá.

El joven casi no puede mover el brazo izquierdo y a veces le cuesta orinar debido a las lesiones internas. La mamá cuenta que están esperando una cita en fisioterapia desde hace tres años, pues les ayudaría mucho con el progreso del joven.

Osquitar no deje de sorprender por sus avances.

“A él le gusta ver tele, y nos regalaron un televisor de los viejos, pero nosotros no podemos pagar cable, y no podemos darle ese gusto, es supercomelón se pone feliz cuando le regalan algo y cómo pasa tantas horas sin nada que hacer, le da por morder las camisetas para mantenerse tranquilo, por lo que casi no tiene camisas que ponerse, ya que se las devora”, dijo la mamá.

Cuando el accidente ocurrió, doña Laura y su esposo trabajaban para un extranjero que les daba dónde vivir, pero al ver el estado de Óscar les pidió que se fueran, por lo que ahora viven en un ranchito que les presentaron en barrio Carbura, en Pérez Zeledón.

El esposo de doña Laura es jornalero y a veces trabaja como chofer de chapulín por lo que pasan apretados de dinero.

El caso por el atropello del muchacho, ahora de 23 años, fue desestimada por falta de pruebas, ya que debido a la condición de Óscar no le podían tomar una declaración para saber bien qué pasó y no había testigos directos del atropello.

Esta familia ha enfrentado montones de dificultades, pero quienes han visto al muchacho aseguran estar ante un milagro, incluso los doctores que lo atendieron.

“Él es mi hijo mayor, son tres, estoy muy preocupada porque tengo cataratas y estoy prácticamente ciega. Los doctores me preguntan cómo hago para cuidarlo, si no veo, pero es mi hijo y tengo que estar con él, estoy esperando que pronto me puedan hacer la cirugía, pero mi esposo me va a tener que cuidar y no sabemos cómo vamos a salir adelante durante ese tiempo”, contó.

Ella cuenta que logró hacer un curso de repostería porque tiene la esperanza de que en algún momento pueda tener un horno y con eso tener una entradita extra.

“Ahorita, estoy dedicada a mi hijo, porque quiero que él siga estando mejor, tiene citas médicas hasta dentro de un año, pero poco a poco, con fe, vamos saliendo. La verdad me siento muy agradecida porque muchas personas nos dieron su apoyo cuando ocurrió el accidente, les agradezco tanto amor para mi hijo”, dijo.

Si usted desea ayudar a Óscar, le contamos que él necesita camisetas talla L, o si le quiere ayudar con comida que es lo que en su casa más necesitan, puede contactarlos al 6230- 7471, ese número cuenta con Sinpe móvil.

Silvia Coto

Silvia Coto

Periodista de sucesos y judiciales. Bachiller en Ciencias de la Comunicación Colectiva con énfasis en Periodismo. Labora en Grupo Nación desde el 2010.

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