El verdulero Roque Arguedas Villalobos, de 53 años, está muy triste por culpa de unos maleantes que le robaron su machete de trabajo: un pick up en el que a diario cargaba con todos sus productos.
“Me da pena decirlo, pero he pasado llorando todos estos días, porque tengo recibos de luz y agua que pagar, ahorita también me toca pagar la casita y me dejaron sin mi herramienta de trabajo”, dijo don Roque.
El robo ocurrió entre la noche del jueves 28 de enero y la madruga del viernes 29, afuera de la casa de Arguedas, ubicada en el centro de Tibás, específicamente 50 metros al norte de la parte de atrás del Masxmenos.
“El jueves terminé de hacer un flete a las 9:30 de la noche, me fui para la casa a comer y descansar, lo que pasa es que el carrito quedó afuera porque no tenemos cochera. Al día siguiente salí a cargar las frutas y ya el carrito no estaba”, detalló.
El señor presentó una denuncia por el robo en el OIJ de San José, también pidió ayuda a la Policía de Tránsito y a la Fuerza Pública, pero hasta el momento no ha recibido buenas noticias.
“Solo mis amigos me han llamado para darme mucho apoyo, me dicen que Dios todo lo puede y que no me eche a morir, porque son cosas materiales, pero como que alguien me haya llamado porque ha visto el carro no”.
Pandemia lo hizo verdulero
Don Roque tiene casi un año de trabajar como verdulero en las afueras del salón parroquial de Tibás, antes se ganaba la vida como chancero, pero tuvo que abandonar ese brete.
“Yo trabajo ahí desde que empezó la pandemia, antes vendía lotería, pero con esto de la pandemia el capital se esfumó, entonces tuve que empezar a trabajar con la fruta. Actualmente estaba con dos recipientes llenos de aguacate y manzanas”.
Arguedas necesita recuperar su carrito lo antes posible, pues se le ha complicado mucho el trabajo, ya que ahora no puede transportar tanto producto como antes. Además, no puede ganarse unos coloncitos extras con los fletes que le salían.