Unos maleantes se aprovecharon de la escasa malicia de un hombre que vendía su chuzo por Internet, ya que no solo le robaron el carro, sino que también lo engañaron para sacarle ¢8 millones de su cuenta bancaria.
Afortunadamente no todo terminó mal para la víctima, pues este miércoles 15 de julio el OIJ logró recuperar su carro en Turrúcares de Alajuela. La nave estaba en la casa de un joven apellidado Solís, de 20 años, quien ahora es sospechoso del delito de receptación (tener en su poder un objeto que fue robado).
Según la Sección de Fraudes del OIJ, el caso inició en junio de este año, cuando la víctima puso su carro a la venta a través de una página de Internet. A inicios de julio el ofendido fue contactado por un hombre, aún no identificado, que le dijo que estaba muy interesado en el chuzo, por lo que acordaron que éste le iba a depositar $2.000 en su cuenta como parte de un enganche para la compra.
“Aparentemente, el ofendido recibió un comprobante con el supuesto deposito a su cuenta, por lo que le entregó el carro a un hombre que llegó a su casa a recogerlo”, informó la oficina de prensa del OIJ.
Cayó de nuevo
Poco tiempo después la víctima se dio cuenta que el dinero nunca le fue depositado, por lo que llamó por teléfono al supuesto comprador, quien, al parecer, le dijo que llamaran de una vez al banco para ver qué había pasado con la plata, pero se trataba de otra estafa.
“Lo estafaron de nuevo mediante el método conocido como la llamada tripartita, el cual consistió en que el supuesto comprador se contactó con un falso funcionario bancario y tras solicitarle información personal al ofendido lograron sacarle de la cuenta bancaria un poco más de ocho millones de colones”, señaló el OIJ.
Luego de recibir la denuncia por ambas estafas los agentes lograron ubicar el carro en la casa de Solís, por lo que lo decomisaron para entregarlo al verdadero dueño.
El OIJ informó que el joven no fue detenido durante el allanamiento.
De momento, la Policía Judicial trata de ubicar a los otros sospechosos y los ¢8 millones robados.