Los tres hombres que mantuvieron retenida a una familia el sábado pasado en Grecia se llevaron ¢200 mil en efectivo.
El dinero era producto de la venta de productos de un lubricentro que los afectados tienen en Atenas.
Wálter Espinoza, director del Organismo de Investigación Judicial (OIJ), dijo que las investigaciones del caso apuntan a que todo se trató de un asalto, pese a que en un inicio circuló la versión que se trataba de un tema de drogas.
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El día del ataque una empleada del lubricentro, quien viajaba y llevaba un sobre con la plata, fue detenida por dos carros sospechosos cuando iba por Santa Eulalia de Atenas.
A ella, después de amenazarla y dispararle al parabrisas, la amarraron de manos y la pasaron al asiento de atrás. Los tres captores siguieron con rumbo a calle San José, donde habita el dueño del negocio.
En tanto, otro empleado del mismo lubricentro, que iba en una moto, también fue retenido y se lo llevaron en otro carro para un motel en Río Segundo de Alajuela.
Espinoza dijo que cuando los asaltantes llegaron a Calle San José, se metieron a la casa de los dueños del negocio donde retuvieron a seis personas. Allí permanecieron cerca de 20 minutos y luego huyeron, se presume, a pie por un cañal.
El jefe del OIJ agregó que ninguna de las víctimas tiene antecedentes judiciales.
El dueño del lubricante, de apellidos Fallas Alfaro y es un empresario dedicado al transporte con camiones.