Sucesos

Mamá de joven que murió atropellada dice que conductor le arrebató la alegría de su vida

El accidente ocurrió en el 2012 y la Fiscalía pidió 160 años de cárcel contra el sospechoso

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Con gran dolor, doña Ana Fonseca asegura que un conductor, de apellido Brenes y de 29 años, le arrebató la alegría de su vida: a su hija de 15 años, Stefanny Acuña Fonseca.

La muchacha murió atropellada el 8 de diciembre del 2012, siete personas más también resultaron heridas ese día.

"Cuando mi hija murió se llevó el 80 por ciento de mi vida, ya nada es igual, esto ha sido muy doloroso", dijo Fonseca este miércoles en los Tribunales de Cartago, donde se realiza el juicio desde el pasado 18 de junio.

Los familiares de la víctima comentaron que la fiscal Ana Isabel Moya pidió para Brenes 160 años de cárcel, 20 años por la muerte de la quinceañera y 20 más por cada intento de homicidio. La sentencia será dictada el viernes.

Doña Ana nos contó lo ocurrido el día en que la vida de su familia dio un giro total.

"Nosotros vivimos en la urbanización Manuel de Jesús Jiménez, mi esposo y yo nos íbamos a acostar cuando se empezaron a escuchar un montón de ambulancias, lo que menos esperábamos es que fuera mi hija. Mi esposo hasta me dijo seguro era un accidente grande", recordó la mamá.

Stefanny les había pedido permiso para ir a traer unas pijamas donde una amiga y se había ido a un parque, cerca del lugar donde ocurrió la tragedia.

"Mi hermana nos llamó, que nos fuéramos corriendo y gritaba que a Stefanny le había pasado algo. El accidente fue como a 400 metros de la casa, en el residencial Cartago, cuando llegue vi que había un cuerpo tapado por una sábana, nunca esperé que fuera mi hija, mi chiquita", contó Fonseca.

Ella recuerda que unos vecinos metieron al sospechoso en una vivienda para que no se escapara y, además, que la alcoholemia dio positiva.

Según la acusación del Ministerio Público, Brenes había discutido con su novia, incluso, según los testigos, la estaba ofendiendo y tratando muy feo, por lo que dos jóvenes llegaron e intervinieron para defender a la mujer.

La muchacha en ese momento salió corriendo hacía el sur y los muchachos que llegaron para ayudarla hacia el norte, por lo que Brenes aparentemente se subió en su carro y aceleró para perseguir a los jóvenes.

El sospechoso se subió a la acera y atropelló a los muchachos, también a una pareja, a Stefanny le pasó por encima dos veces pues ella trató de correr para meterse a un play, pero no lo logró. A la mejor amiga de la víctima, Daniela Álvarez, le majó los pies pues ella se logró recostar contra una malla y después atropelló a una pareja de novios.

Stefanny murió de inmediato, mientras que las otras personas fueron llevadas al hospital.

"Yo era el que iba con mi novia (ya no son pareja), íbamos para el supermercado y escuchamos la discusión, vimos lo que pasó, pero no nos metimos. Nosotros fuimos los últimos a los que atropelló, mi novia en ese momento sufrió laceración de hígado y pulmón, además lesiones en espalda, las manos y las piernas. Ella todavía tiene la llanta del carro marcada en su espalda. Yo sufrí laceración de rodilla, una lesión en el hombro y me hicieron 76 puntadas en la cabeza por una fractura de cráneo, sufrí lesiones en las costillas", narró Óscar Calderón, uno de los afectados quien también llegó este miércoles al debate.

Don Luis Acuña, papá de Stefanny, asegura que todo lo que han vivido desde ese día ha sido muy díficil pues su familia ya no es la misma.

"Mi esposa sufre de mucha depresión, ya no salimos en familia por la ausencia de ella, mis hijos preguntan por qué y mi esposa dice que es porque Stefanny no está, ella era la niña que alegraba y ponía la emoción en la casa, tenía una manera ser muy especial, aún tenemos en su cuarto todas las cosas intactas", dijo Acuña.

Para esta familia ha sido muy duro tener que llegar al juicio pues sienten que la herida sigue abierta.

"La psiquiatra que me ve llegó a decirme que si yo seguía así me iba tener que internar, es que con ella se fue una parte de mi, aunque ahora estamos más unidos como familia, es tan difícil, yo espero que se haga justicia, sé que hay un Dios justo en los cielos. Lo que él (sospechoso) hizo no fue un accidente porque sabía lo que estaba haciendo, él dejó a mi hija sin la posibilidad de convertirse en doctora como ella soñaba", dijo doña Ana.

"Este dolor me acompañará hasta el último día de mi vida", añadió.

Federico Campos, el defensor del sospechoso, también presentó sus conclusiones este miércoles.

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