“Te amaré toda la vida mi chiquita, mi reina, mi amor. Tan linda que eras, no te me vayas”.

Estas fueron las palabras que expresó doña Ana Cubero durante el funeral de su hija, Yoselyn Mata Cubero, de 26 años, quien murió al impactarla una bala perdida en la cabeza.

El funeral de la joven se llevó a cabo este viernes en horas de la mañana en la parroquia Santa María Goretti en La Pitahaya de Cartago, lugar que se hizo pequeñito por el montón de personas que asistieron para darle el último adiós a Yosi, como le decían de cariño a la joven.

El momento más difícil fue cuando el cuerpo de la muchacha fue llevado al cementerio de El Tejar, pues su mamá y su papá, don José Mata, no aguantaron el dolor que sentían por tener que despedirse por última vez de su amada hija.

“Gracias por todo, eres todo para mí, te amo”, repetía entre lágrimas don José.

Al entierro también asistió Evelyn Mata, prima hermana de Yosi, quien recordó a la joven como una persona muy dulce, noble y que tenía muchas ganas de salir adelante para cuidar y chinear a sus papás.

“En la familia pedimos justicia porque no queremos que nadie más pase por lo que estamos pasando. Ella murió de una forma muy violenta, siendo una víctima inocente. El hecho de vivir en un barrio tan conflictivo no significa que se tenga que vivir como un criminal", dijo Mata.

Balaceras constantes

Evelyn dijo que Yosi y sus papás siempre han vivido en el Proyecto Manuel de Jesús Jiménez y pese a que se trata de un barrio conflictivo nunca había estado ni cerca de vivir una situación como esta.

“Siempre se escuchaban balaceras, pero nunca habían tenido una tan cerca. Tengo entendido que en el lugar donde se dieron los hechos, la balacera no había iniciado todavía”, añadió.

Por esta situación de inseguridad es que don José siempre acostumbraba esperar a Yosi en la parada de bus para recibirla a su salida del trabajo o de la universidad, ya que la joven estaba sacando la carrera de Recursos Humanos.

Lluvia de plomazos

Este viernes el OIJ confirmó que la bala que acabó con la vida de Yoselyn salió de un tiroteo que se originó durante el enfrentamiento entre dos bandas que se disputan ese territorio, pues su objetivo es tener el control de la venta de drogas.

Los investigadores que analizaron la escena recolectaron 16 casquillos de pistolas calibre 9 milímetros, además encontraron que varias casas de esa comunidad también fueron alcanzadas por los plomazos.

Yoselyn recibió el balazo el miércoles en la noche cuando viajaba en un carro junto a sus papás. La joven murió a eso de las 5 a. m., de este jueves en el hospital Max Peralta de Cartago.