Sucesos

Mamá de quinceañero asesinado: “Abracen y amen a sus hijos, al mío me lo mataron, nos hicieron una gran maldad”

Mamita de joven al que hombre atacó a tubazos en Siquirres vive una pesadilla

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Doña Marjorie Calderón Benavides no celebrará este miércoles el Día de la Madre, su corazón está lleno de dolor porque un hombre asesinó a su hijo el pasado 6 de agosto en La Herediana de Siquirres.

Ella asegura que está viviendo una pesadilla y que al igual que su esposo don Rafael Mora, por momentos piensa que va a despertar y su hijo Jesús Mora, de 15 años, a quien de cariño le decían Chuta, va a estar ahí.

A ellos los entrevistamos en su casita, en la calle Los Mora en La Herediana, doña Marjorie asegura que no tiene ni ganas de comer, no puede dormir y se siente llena de tristeza.

“A mi solo me da fuerzas Dios para sostenerme, mi hijo era una alegría para mí, una bendición, he pasado estos días muy desanimada y mañana (hoy) con qué ganas va a celebrar uno, si me causaron este dolor tan terrible, no hubo piedad, él no merecía morir así”, contó doña Marjorie, mientras besaba una foto de su hijo cuando se graduó en la escuela.

Estos esposos tienen otro hijo, es un joven especial de 25 años, a quien Chuta siempre le daba mucho cariño.

“Yo sé que tengo a mi otro hijo, Rafael, y que tengo que luchar por él, pero ¿cómo se sana una madre cuando pierde a su hijo?, este dolor es tan grande, yo paso recordando a mi chiquito, me parece estarlo viendo sentado en la sala jugando con el celular, y entonces no puedo dejar de llorar y paso con un nudo en la garganta, un dolor en el pecho que no sé qué hacer”, dijo la mamita.

Doña Marjorie asegura que los días de la madre que vivió con sus dos hijos fueron muy especiales, hoy extrañará el beso y el abrazo de Jesús.

Ella dice que atesorará el recuerdo de cuando ese lunes le dio la bendición para que se fuera a estudiar.

Jesús fue asesinado cuando regresaba del colegio donde cursaba el noveno año.

El sospechoso es un hombre de apellido Carpio, quien vivía como indigente en una propiedad abandonada, en la casa de la par, la vivienda era de un familiar del detenido.

A Carpio le dictaron un mes de internamiento en el Centro para la Atención de Enfermos Mentales en Conflicto con la Ley Penal (Capemcol), en La Uruca, mientras la investigación sigue.

“Él no tenía agua, ni luz en esa casa, tenía como tres meses viviendo ahí, a veces venía a pedirme que le llenara unas botellas de agua, incluso, una vez vino y como estaba ocupada me agarró la casa a botellazos. Pero el lunes vino y estaba muy drogado y me dijo que iba a matar a Jesús”, recordó doña Marjorie.

Ella le dijo al sospechoso que mejor la matara a ella, y él le insistió que no, que mataría a su hijo.

“Yo me iba a salir detrás de él y mi otro hijo que es especial me agarró con mucha fuerza y me dijo: ‘mamá miedo, mamá miedo’, hasta él percibió esa maldad”, recordó doña Marjorie.

Papá temió lo peor

Cuando Rafael llegó a la casa, su esposa le contó lo ocurrido, por lo que él decidió ir con un machete a buscar al sospechoso, y al no encontrarlo en la casucha, se fue a topar a su hijo, pues la buseta lo dejaba a casi 800 metros de la casa.

“A mi me extrañó no topármelo en el camino, mi hijo era puntual, yo lo llame tres veces al celular y le mandé un mensaje y no contestó, él siempre lo hacía”, dijo el papá.

Don Rafael lo esperó en tres puntos distintos hasta que llegó a la casa de una vecina a quien le contó lo que ocurría, ella también llamó a Chuta al celular y no hubo respuesta, la mujer llamó a la mamá de una jovencita que viajaba en la misma microbús y ella le confirmó que Jesús sí se bajó de la buseta.

La angustia de este padre fue mucho mayor por lo que la vecina sacó el carro y le prestó a él un foco para irlo a buscar.

En una parte por donde pasó don Rafael observó el zacate majado y unas botellas en el suelo, por lo que pensó que su muchacho se había caído.

“Empece a alumbrar y más allá fue que vi a mi hijo tirado, empece a gritar y mi vecina se vino ayudarme, mi hijo estaba muerto, ese hombre lo golpeó con un tubo, le salió por detrás y le desfondó la mitad de la cabeza y lo golpeó a un lado del torso, yo lo abracé y no pude hacer nada, quedé lleno de sangre.

"Esa imagen, de ese momento que viví, la repito en mi mente día a día”, contó don Rafael.

Mientras el papá nos contaba el momento tan doloroso que pasó, doña Marjorie solo repetía en voz alta: “Dios castígalo (al sospechoso), porque tiene que pagar”.

Carpio fue detenido en La Francia de Siquirres la misma noche, incluso, la policía logró decomisar el tubo.

Actúo sin razón

"El mató a mi hijo solo porque quiso, no había ninguna razón, actuó con maldad y con desprecio contra un muchachito inocente que estaba ilusionado con su graduación, el pantalón que tenía guardado para estrenarlo se lo pusimos para enterrarlo”, dijo don Rafael.

Doña Marjorie asegura que ella y su esposo no duermen en paz, tienen miedo de que el sospechoso salga libre, más que ya lo habían investigado por otros homicidios.

“Mi hijo fue una semilla buena en esta tierra, era muy estudioso, él quería ser profesional para poder ver por nosotros, nos hacía sentir orgullosos, hemos recibido mucho apoyo porque la gente lo quería”, dijo la madre.

Añadió: “Abracen y amen a sus hijos, al mío me lo mataron, nos hicieron una gran maldad”.

Silvia Coto

Silvia Coto

Periodista de sucesos y judiciales. Bachiller en Ciencias de la Comunicación Colectiva con énfasis en Periodismo. Labora en Grupo Nación desde el 2010.

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