La esperanza de que su hijo Alejandro Solano Serrano despierte del estado vegetativo en el quedó por un accidente de tránsito, es lo que mantiene en pie a doña Lorena Serrano, una valiente mujer que lucha a diario por darle una mejor calidad de vida al joven.
“El día que Alejandrito despierte y me hable como antes voy a ser demasiado feliz, yo me siento contenta de tenerlo todavía conmigo, pero como mamá a uno le duele mucho verlo así”, dijo.
La señora mantiene esa esperanza desde el 30 de junio de 2018. Ese día Alejandro Solano Serrano iba manejando hacia su casa en Siquirres de Limón, pero un motociclista lo chocó y a raíz del impacto sufrió graves lesiones en la cabeza. El motorizado perdió la vida en el accidente.
Doña Lorena recordó que su hijo pasó mes y medio en coma hasta que finalmente abrió los ojos y ella sintió que el alma le volvió al cuerpo; sin embargo, en ese momento se dio cuenta que el joven de 20 años ya no era el mismo.
“Los médicos me dijeron que salió de estado de muerte a coma y de ahí pasó a estado vegetativo. Es decir, su cuerpo no responde a las indicaciones que su cerebro le da. Hay cositas que le dan esperanza a uno, como una vez que lo teníamos de pie con una máquina, él tenía la cabecita agachada, y mi hijo mayor le dijo que alzara la cabeza y lo hizo”, añadió.
Desde entonces la señora dedica todo su tiempo a cuidar de Alejandro, esto con ayuda de su otro hijo, Luis Antonio. Pese a las adversidades ella mantiene la esperanza de que el muchacho recupere un poco de lo que fue antes del accidente.
“Este año ha sido de mucho dolor, fue una tormenta demasiado grande, aún tengo mi dolor porque él todavía no ha despertado del todo, pero mi fe es muy grande y sé que él va a salir de eso”, dijo esperanzada.
Largo proceso
Serrano explicó que el muchacho se encuentra en un proceso muy largo de recuperación, por lo que recibe mucha terapia física a diario, la cual ella tiene que pagar con ayuda de Luis Antonio.
Además, contó que el joven necesita una operación para que le pongan una plaquita en la cabeza; sin embargo, tendrían que esperar entre 2 o 3 años para que esto pase, pues en la Caja hay 78 pacientes que están antes que su hijo.
“Hacer esa operación fuera del país nos costaría unos ¢20 millones y es muy difícil para nosotros pagar eso”, explicó.
Esta familia también necesita con urgencia una máquina que se llama Bipedestador, la cual les ayudaría a poner a Alejandro de pie sin necesidad de que ellos lo sostengan, pero la falta de dinero es el mayor obstáculo pues cuesta unos ¢2 millones.
“Lo que yo más deseo es tener esa máquina, sería una bendición porque él podría estar de pie y también podría ayudarlo a sentarse para que pueda doblar un poquito las rodillas”, comentó.
Otra situación que complica a esta madre es que por semana Alejandro necesita un tarro grande de Ensure (complemento alimenticio), que cuesta casi ¢20 mil.
Pueblo solidario
La señora dijo que ella y sus hijos nunca se han sentido solos durante esta prueba tan difícil pues han encontrado apoyo y cariño en sus vecinos y amigos en La Alegría de Siquirres, quienes incluso han sacado de su bolsillo para ayudar a pagar los gastos que requiere la atención del joven.
“Hicieron un día deportivo en agosto del año pasado para recaudar plata, luego en noviembre nos dieron otra ayudita, ahora el 30 de junio organizaron un bingo para ayudarnos y el 7 de julio realizaron una cabalgata, así es como hemos obtenido mucha ayuda, todo gracias al pueblo”, contó Serrano.
Amante del fútbol
Desde muy pequeño, Alejandro Solano Serrano se caracterizó por ser un amante de los deportes, especialmente del fútbol, incluso llegó a ser el portero de la Asociación Deportiva Municipal Turrialba, en la segunda división. El joven soñaba con seguir los pasos del aquero nacional Keylor Navas.
“Es fanático de Keylor Navas, siempre me decía que quería ser como Navas por la historia de él y lo mucho que luchó, lo admira mucho porque nunca se rindió”, contó su mamá.
Pese a que ahora no puede moverse o hablar, doña Lorena aseguró que su hijo sigue siendo un apasionado del fútbol, pues cuando lo ponen a ver partidos de Saprissa el muchacho se nota más concentrado.