EscucharUna mamá trabajadora y un joven universitario son las dos víctimas del mortal accidente ocurrido en Cartagena, en Santa Cruz de Guanacaste.
Las víctimas son Dayanna English González, quien era nicaragüense, y Diego Pérez Soto, de 28 años.
Ellos fallecieron la tarde del jueves 1° de mayo, cuando cada uno viajaba en una moto y, por razones que se investigan, las motos chocaron de frente y el impacto fue muy aparatoso.
Ellos murieron de inmediato, mientras que una mujer que viajaba con Dayanna sufrió heridas que la mantienen en condición muy grave.
El Organismo de Investigación Judicial (OIJ) informó este viernes que las causas del accidente se encuentran en investigación porque las versiones de los testigos son muy confusas.
Sin embargo, algunos vecinos comentaron a La Teja que el accidente se pudo haber dado por exceso de velocidad y porque una de las motos invadió el carril contrario en una calle en que cuesta ir hasta despacio.
Una vecina de apellido Ortiz, contó que Dayanna se compró la moto hace poco.
“Ella estaba muy contenta con la moto y venía para el bar donde ella trabajaba a dejar unas cosas, cuando se dio esta desgracia. Cuando nos avisaron ya no había nada qué hacer, el otro muchacho también era muy conocido aquí, es muy triste lo que ocurrió, ellos se conocían”, dijo la vecina.
La mujer contó que la nicaragüense tenía varios años de vivir en Costa Rica y que era muy pulseadora y trabajadora, porque estaba sacando adelante a su hijo, no solo con su empleo sino también estudiando.
“Era una persona bella, servicial, atenta, empunchada, aquí la gente la quería mucho, es una verdad tragedia”, dijo.
La señora aseguró que Diego trabajaba y estudiaba y que era común verlo en el barrio.
El Cindea de Huacas compartió un sentido mensaje para Dayanna.
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“Hoy, con el corazón lleno de tristeza, el personal docente, administrativo y estudiantes de nuestra institución recordamos y rendimos homenaje a una persona muy especial que partió demasiado pronto: nuestra querida estudiante Dayanna”, postearon.
Añadieron: “No solo fue una estudiante ejemplar, sino también una amiga leal, una hija amorosa y una persona que iluminaba los días con su sonrisa. Su presencia dejaba huella, no solo por su inteligencia o dedicación, sino por su bondad, su generosidad y su alegría contagiosa”.
Don Luis Redondo, amigo de la mujer, también compartió un mensaje.
“La pérdida de una gran amiga, una mujer trabajadora, madre dedicada y vecina ejemplar nos ha dejado una herida que no sanará fácilmente. Su partida trágica, repentina, ha dejado a su hijo sin el abrazo de su madre, a una familia destrozada, y a Cartagena entero con el alma dolida”, expresó.
Añadió: “Lo que más duele es saber que esta tragedia pudo haberse evitado, muchos creen que nuestros pueblos son pistas de carrera, y lamento decirles que no lo son”.
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Diego estudiaba para sommelier (experto en vinos).
“Su carisma, compromiso y entrega académica dejaron una huella imborrable en quienes tuvimos el honor de conocerle”, compartió la Universidad Politécnica Internacional.
