Un mandado salvó a Mario Calderón de ser arrastrado por el terraplén que se llevó su casita en Espavel de Matina la semana pasada.
Lo que cayó sobre la vivienda equivale a unas 133 mil vagonetadas de tierra y todo eso se vino del cerro Lavadero y taponeó el río Madre de Dios, en el límite entre Siquirres y Matina. Las lluvias causadas por el sistema de alta presión fue lo que provocó dicha emergencia; sin embargo, aunque la CNE no le ha quitado el ojo a dicha montaña y al río se descartó una posible avalancha.
Don Mario fue el más afectado y se puso muy triste cuando se dio cuenta que el cerro se había venido abajo, pero a la vez agradeció estar vivo. Él andaba comprando el diario, como lo hace todas las semanas, cuando la avalancha bajó del cerro.
Solo pudo rescatar una bomba para fumigar, un machete y una sierra de trabajo
“Es sorprendente el material que cayó. Eso provocó unas represas en el río, yo creo que donde estaba mi casa hay un relleno de doscientos metros sobre el cauce, se teme que exista peligro, eso no va poder salir todo de un solo”, dijo el afectado.
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Asegura que ha tratado de sacar todo lo que ha podido de su casita y espera poder levantarla de nuevo pues no tiene a donde ir.
El geólogo de la CNE Blas Sánchez informó que en el río está pasando lo que esperaba, pero hace falta que el sedimento baje por completo y la situación no pase a más. Debido al derrumbe se formaron varias lagunas que se han ido desaguando.
*Colaboró con esta información Miguel Batista, El Batañeno Noticias y Más.