Martha es la perrita consentida de su casa y su familia está desesperada porque se perdió.
Desde hace tres semanas sus papitos humanos no dejan de buscarla y de compartir su foto en las redes sociales.
Doña Alejandra Coto, su dueña, nos contó lo ocurrido.
“No acostumbro salir a caminar, pero ese día decidí dar un paseo con ella por la ciclovía para estrenar la pechera que mis hijas le habían regalado, se veía hermosa. Eran aproximadamente las cuatro de la tarde. Nunca me hubiera imaginado algo así, aún no me lo creo, todo fue tan rápido. Tampoco fue un descuido de mi parte. Al costado norte del Mercado Central de Cartago, paralela a la ciclovía, está la línea férrea, el tren venía y a muy poca distancia de nosotros, empezó a pitar. Ella se asustó y se zafó de la pechera. Si me preguntan cómo fue, no podría explicarles”, dijo.
“Me quedé con la pechera en la mano y horrorizada de que el tren le fuera a pasar por encima. Me tapé los ojos y grité. Era una hora de mucho tránsito y gente en las calles. El tren terminó de pasar, yo de un lado y ella (la perrita) de otro. Cuando pude verla ya había más de cincuenta metros de distancia entre ambas. Fue la última vez que la vi, solo recuerdo que miró hacia atrás sin saber qué hacer y muy asustada echó a correr. No supe nada más”.
Doña Alejandra ha llorado demasiado por su perrita.
“Cuando se es madre y los hijos se van del hogar porque tienen que hacer sus vidas y formar sus familias, una cree que simplemente es la ley de la vida y no es así. Consciente o inconscientemente queda un vacío en el corazón, el amor y la ternura se vuelca hacia nuestras mascotas. Martha recibía un beso y la bendición cada noche antes de dormir y por las mañanas un buenos días y un ‘te amo’. Me pregunto si extraña esos besos, yo sí y mucho”.
Si usted sabe algo de esta perrita o se la encontró, llame al 8883- 3791.