La presencia de fotógrafos y de cámaras televisión enojaron al llamado “Matapobres”, quien perdió la cabeza e intentó agredir a varios miembros de la prensa durante el juicio en su contra por, aparentemente, esclavizar a cinco personas para que realizarán trabajos de construcción.

El hombre de apellidos Arley Acuña y 37 años es un viejo conocido de las autoridades pues ya había sido condenado a 7 años de cárcel por los delitos de extorsión y amenazas agravadas. Además es investigado por privar de libertad a otro hombre.

El “espectáculo” de Arley se inició apenas lo bajaron de la “perrera” en los Tribunales de Justicia de Desamparados. Cuando iba custodiado por un agente del OIJ se encontró con un camarógrafo de Canal 7, a quien le mandó un manazo que le pasó cerca.

A como pudieron los agentes de la Sección de Cárceles del OIJ llevaron al “Matapobres” hasta la sala de juicio número 2, en la cual estuvo sentado al lado de su abogada, Miriam Bedoya.

El primer encuentro con la prensa puso a Arley de muy mal humor y esto quedó claro una vez más por la forma en que veía al camarógrafo del canal del trencito y a un fotógrafo de Extra.

Este último casi sale recetado por el “Matapobres” ya que a eso del mediodía los jueces ordenaron un receso para almorzar y cuando los agentes judiciales sacaban a Arley de la sala de juicio este aprovechó para mandarle una patada al fotógrafo, quien apenas capeársela.

Pidió jalar

El juicio reinició a la 1:30 de la tarde con una sorpresa. La abogada de Arley informó que su cliente ya no estaría presente para lo que restaba de la audiencia del día.

“Él pidió que lo bajaran y fue enviado de una vez de regreso al centro penal porque no quería estar en la sala de juicio y pues obviamente no se le podía obligar”, explicó Bedoya.

La abogada dijo que no entendía por qué Arley se puso tan chiva con la presencia de la prensa y para intentar tranquilizarlo les pidió a los jueces que los medios no pudieran mostrar su cara ni grabar su voz; sin embargo, el hombre ya estaba encanfinado.

“El enojo de él era porque estaba la prensa, él simplemente no quería que la prensa estuviera ahí, pero el juicio es oral y público entonces se le está haciendo entender que ni los jueces ni yo le podemos decir a la prensa que no esté presente porque él no quiere, espero que le pase enojo”, añadió la licenciada.

Capturado por un año

En cuanto al juicio contra del “Matapobres”, acusado de trata de personas con fines de explotación laboral, este martes se dio a conocer la declaración de una de las presuntas víctimas, un hombre apellidado Lobo.

El testimonio fue presentado por medio de una grabación hecha durante una audiencia semanas atrás debido a que Lobo estaba en el programa de protección a víctimas y testigos y no podía estar en el mismo lugar con el llamado “Matapobres”.

En su relato Lobo contó que todo ocurrió a mediados de julio del 2017 cuando un conocido suyo le presentó a Arley y le dijo que este podría darle trabajo en las inmediaciones de la llamada zona roja de San José.

“Pensé que me iba a dar trabajo vendiendo drogas, pero nunca me imaginé que me iba a encerrar por veinte días en su casa. Lo único que me dijo es que estaba capturado por un año e iba a trabajar”, recordó.

Sin derecho a nada

Lobo dijo que el “encarcelamiento” empezó luego de que Lobo pasó a recogerlo en su carro y lo llevó hasta su casa en el centro de Desamparados. Una vez ahí, dijo el hombre, se encontró con otras personas que también pensaban que iban a vender drogas y fue en ese momento que los mandaron para “abajo”, a una fosa de cemento.

“Empecé a trabajar en la construcción de unos cuartos que él estaba haciendo. Los veinte días que estuve ahí trabaja las veinticuatro horas, solo descansábamos por veinte minutos, pero uno amanecía despierto ahí porque la cabeza la tenía intoxicada de crack”, contó.

Según la acusación de la Fiscalía, el “Matapobres” no les daba comida ni agua a las cinco víctimas, solo les daba drogas para que siguieran trabajando y no sintieran nada. Además si ellos le pedían algo este les respondía con agresiones.

Lobo dijo que cuando no estaban trabajando pasaban encerrados en un cuarto en donde solo había un colchón y una cama que únicamente tenía unas tablas, allí dormían y hacían sus necesidades en una excusado dañado o en bolsas plásticas.

Arley fue detenido por el OIJ en agosto del 2017 luego de que una sexta víctima escapó de la fosa y lo denunció.