La zona montañosa que rodea la vivienda donde fueron asesinados los cinco miembros de una familia, en La Cruz de Guanacaste, habría favorecido a los sospechosos para escapar fácilmente del lugar.
Las autoridades judiciales sospechan que en la masacre participaron al menos seis hombres. Se cree que tuvieron tiempo de sobra para escapar tranquilamente por la montaña, ya sea hacia Nicaragua (a menos de un kilómetro de la vivienda) o, bien, hacia el centro del cantón guanacasteco.
De momento las autoridades judiciales no tienen pistas de los responsables de este múltiple crimen y desde antes del mediodía de este domingo dejaron de trabajar en la recolección de indicios en la finca donde sucedió el hecho.
Camino muy pesado
Alonso Tenorio, fotógrafo del Grupo Nación que estuvo en la zona, explica que el camino para llegar a la vivienda donde estaban los cuerpos es bastante pesado. Es de puro barro y fue necesario atravesar cuatro veces un río.
El vehículo debieron dejarlo estacionado en el centro de la comunidad de Bajo de Fátima para emprender las dos horas y 45 minutos de camino hasta llegar a Monte Plata, donde se ubica la finca de la familia Bonilla.
"Al inicio es una carretera en muy mal estado. Luego hay que pasar cuatro veces un río. Cuando ya dejamos la carretera, tomamos hacia el norte, montaña más adentro, y después de una quebrada se ve la casa, a mano derecha sobre una loma", explicó Tenorio.
Por lo lejos que está la vivienda de cualquier centro de población las autoridades optaron por sacar los cuerpos a caballo y con ayuda de cuadraciclos de la Policía de Fronteras. En algunos tramos fue necesario que los cargaran oficiales de la Fuerza Püblica.
"Al frente hay un portón y después lo que se ve es un corral de ganado, donde tienen vacas y caballos. También hay árbol de ceibo grande en la entrada. Ellos (las víctimas) se dedicaban mucho a la siembra de maíz por lo que nos contaron y tenían gallinas y ganado", detalló el fotógrafo.
Se dice que por la parte trasera de la casa hay un trillo que conduce hacia la frontera con Nicaragua y que a don Isaías Bonilla le molestaba que los coyotes pasaran por su propiedad con indocumentados.
Michael Soto, jefe de Planes y Operaciones del Organismo de Investigación Judicial (OIJ), confirmó este domingo que el caso lo manejan como un ajuste cuentas.