EscucharEl motociclista Olmán Jiménez Mora, 37 años, sabe lo que es tener la muerte a tan solo dos cuartas de la cabeza, pero afirma que la misericordia de Dios fue la que lo salvó y le permitió disfrutar del amor de su único hijo Aarón Jiménez, de 7 años, con quien aprendió a caminar.
Olman volvió a nacer el jueves 10 de noviembre de 2011, cerca de las 11 a.m., para ese entonces trabajaba como agentes de ventas de una farmacia y repartía los productos en una moto.
Este valiente tenía poco más de un año de casado y Aarón era un bebé de siete meses.
"Iba manejando y cerca de la bomba La Galera, en Curridabat, la moto me derrapó, un tráiler me absorbió y según lo que me cuentan, mi cuerpo dio vueltas por todas las piñas de llantas. El casco se me desprendió y mi cabeza quedó a dos cuartas de las últimas llantas", expresó Jiménez.
Fue llevado de emergencia al hospital Calderón Guardia, donde los doctores lo comenzaron a estabilizar, así lo recuerda Meylin Sibaja, su esposa.
"Recuerdo que lo vi muy mal, estaba lleno de cables, una máquina lo mantenía con vida y alrededor había como veinte doctores. Yo rezaba para que él se salvara, cuando de pronto escuché que la máquina dejó de funcionar, mi esposo prácticamente había muerto", expresó la mujer.
Perdió pierna pero ganó ganas de vivir.
Los médicos estabilizaron al motociclista, pero para salvarle la vida debían amputarle la pierna izquierda.
"Los doctores me dijeron que las probabilidades eran mínimas, que la pierna estaba totalmente molida y que la vena femoral estaba destruida. Recuerdo que les dije: 'hagan lo que tengan que hacer, pero por favor que mi esposo se quede en este mundo'", manifestó la mujer.
El sobreviviente despertó al siguiente día y fue cuando se enteró que había perdido la pierna.
"Estaba en la sala de recuperación y cuando comenzó a despertarse dijo que sentía mucho dolor en la pierna, la tenía tapada, le tuve que explicar que había sobrevivido a un accidente, que los doctores para salvarlo lo tuvieron que amputar, mi esposo se sentó en la cama y se quitó la sabana, al verse sin pierna le agradeció a Dios por dejarlo con vida", recordó la esposa.
Al sábado siguiente le dieron la salida y lo mandaron para la casa, con el fin de que el lunes lo recibieran en el hospital de Trauma del INS. La familia recuerda esas dos noches como las más dolorosas, pues le dejaron de dar morfina y solo le daban acetaminofén.
"Mi esposo estuvo 14 días internado en el hospital de Trauma donde lo atendieron muy bien y llevó toda la recuperación", expresó Meylin.
Olman al regresar a casa la pasó junto a su hijito y al mismo tiempo comenzaron a caminar, uno a dar pasos solo y Olman con una prótesis.
"Lo único que me mantiene vivo y con mi familia ha sido la misericordia de Dios, fueron pruebas difíciles, pero las bendiciones nunca dejaron de llegar", expresó Olman.
Mencionó que un año y tres meses después del accidente no encontraba trabajo, no lo aceptaban por la condición. Pero luego Canal 7 le abrió las puertas y ahora trabaja en el área de operaciones y producciones, en donde coloca los textos que salen en las pantallas para las personas con problemas auditivos.
Antes del accidente Olman practicaba ciclismo, basquetbol después del accidente no ha dejado de ser esa persona activa, por lo que juega bola, corta zacate y asegura no conocer limitación alguna.
