Los delincuentes se están aprovechando de la necesidad de la gente por conseguir trabajo para estafar y en el peor de los casos hasta para secuestrar y asesinar personas.
El Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC) determinó que en los primeros tres meses de este 2019 cerca de 276 mil personas están sin trabajo, 136 mil son hombres y 140 mil son mujeres.
La situación se complica porque los maleantes vieron negocio en estas alarmantes cifras.
Un ejemplo es el caso que ocurrió este miércoles en la noche, una muchacha contó que un hombre identificado como Jason Portuguez le ofreció un trabajo como secretaria en una clínica de odontología, ella afirmaba que, incluso, le mandaron un correo en el que la hacían creer que el centro médico sí existe.
El hombre hasta le hizo una videollamada en la que salía con uniforme y le decía que se debían reunir, él le pidió que lo hicieran en un centro comercial en Moravia, San José.
Fue en ese momento que ella sintió desconfianza y acudió a un amigo que trabaja en el OIJ quien le dijo que no siguiera hablando con el tipo, porque, en apariencia, se quería aprovechar utilizando sus datos para sacar un préstamo informal o citarla en algún lugar para asaltarla y hasta abusar de ella.
Nos exponemos en redes sociales
A pesar de que el audio de la muchacha se hizo viral el caso hasta este jueves no había sido denunciado, según dijeron en el OIJ.
Omar Brenes, de la oficina de Planes y Operaciones (OPO) del OIJ, dijo que la última denuncia por un caso similar ocurrió en el 2013.
Brenes aseguró que las redes sociales se han vuelto un boom, debido a que muchas personas quieren ser los más populares e informan en sus perfiles cuando andan de viaje, si compraron una casa o un carro, entre otros datos sensibles, dándole oportunidad a los delincuentes para que tengan acceso a nuestras vidas.
“Me doy hasta el taco de decir cuánto gano, publicamos datos sensibles como números de teléfonos, fotos o información de los hijos u otros familiares y estamos exponiéndolos al servicio de las estafas o engaños”, aseguró Brenes.
“Nada va a caer del cielo, si usted no envió un curriculum a algún lugar de trabajo, no tienen porque llamarlo de ese lugar”, manifestó el investigador.