Muchacha fue al río a buscar camarones y encontró una terciopelo que casi la mata

La afectada se recupera de la operación que le hicieron para salvarla

Este artículo es exclusivo para suscriptores (3)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.


Ingrese a su cuenta para continuar disfrutando de nuestro contenido


Este artículo es exclusivo para suscriptores (2)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.


Este artículo es exclusivo para suscriptores (1)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Jessica Arias Artavia salió de su casa, en el centro de Golfito, el sábado 4 de abril del 2020 y se encontró con tres amigos para ir a un río a buscar camarones, pero cuando ya iba de regreso, una terciopelo la mordió en el tobillo derecho.

La joven, de 28 años, sintió un golpe fuerte, poco después vio la serpiente entre unas hojas y de inmediato supo que su vida corría peligro.

"Le dije a mis amigos que me había mordido una terciopelo y empecé a caminar rápido entre la montaña, pero no había avanzado ni cien metros cuando ya el dolor no me dejaba caminar, entonces uno de mis amigo me alzó a caballito para ayudarme a salir a la calle principal.

“Otro de los muchachos que andaban conmigo llamó un taxi y me llevaron al hospital de Golfito. Apenas llegué me pudieron suero y el antídoto, pero al rato el pie se me empezó a hinchar muchísimo y el dolor se volvió tan insoportable que no se calmaba ni con morfina”, recordó la sobreviviente.

Arias escuchaba a los médicos hablar y el panorama no era muy alentador, ya que el veneno que estaba en su pierna hacía que corriera el riesgo de que los tejidos empezaran a morir.

"Los doctores hablaron conmigo y me dijeron que tenían que hacerme una operación para quitarme el veneno, pero que había un problema porque yo no estaba coagulando y eso podía causar una hemorragia mortal.

“Me dijeron que había dos opciones, una era que corriera el riesgo de operarme ahí y la otra era que me mandaran a San José, en un viaje de seis horas, para que me operaran allá, pero yo sentía demasiado dolor.

"Un doctor me dijo que la operación iba a ser grande y que me iba a queda una cicatriz, pero yo le dije que eso era lo de menos, que lo que necesitaba era que me salvara la vida y me quitara el dolor tan terrible que tenía, entonces autoricé la operación”, agregó.

Volvió a la vida

Jessica dice que cuando ella despertó de la operación se sentía completamente diferente y supo que podría recuperarse de ese trago amargo.

"Era como si hubiera vuelto a ser yo, claro que sentía dolor, pero ya era algo manejable. Estuve internada seis días, en ese tiempo me pusieron antibióticos y otros medicamentos.

"Yo antes vivía con mi tía, Miriam Artavia, por el cementerio de Golfito, pero el 29 de enero me la mataron; ella fue la mujer que encontraron muerta a la par de una locomotora en Pueblo Civil.

“Como ahora estaba sola, mi hermana y mi padrastro me trajeron a vivir a la casa de ellos en La Purruja de Golfito, voy a estar aquí mientras me recupero porque a penas estoy empezando a caminar con andadera, todavía necesito mucha ayuda”, contó la joven.

Además de la crisis de salud, Arias está pasando una situación económica bastante complicada debido a que los tres se la están jugando apenas con la pensión del padrastro de Jessica.

“Yo salía a hacer trabajo con mi tía, hacíamos de todo, chapias y cosas así, pero después de que ella faltó, la cosa se me complicó y ahora ni para que, porque con lo del coronavirus y lo de la culebra, quién sabe hasta cuándo voy a poder salir de mi casa”, añadió.

Jessica dice que le está echando muchas ganas para recuperarse rápido para ver si consigue un trabajo en algo relacionado con belleza.

La pulseadora agregó que cuando se siente triste de verse en una cama se acuerda de su hija Ashley, de diez añitos y eso le da fuerza.

“Ella vive con la abuelita paterna y desde que me pasó esto no he podido ir a verla, porque ni caminar bien puedo, pero pronto espero poder verla y abrazarla otra vez”, expresó.

Si usted quiere ayudar a Jessica en la difícil situación que está viviendo, puede contactarla al teléfono 8371-2262.