Grupos criminales de nuestro país están convirtiendo “chatarra” y “repuestos de refrigeradora” en armas de guerra, como por ejemplo fusiles AR15.
Así lo dio a conocer Randall Zúñiga, director del OIJ, quien explicó que realmente no se trata de chatarra y repuestos, sino de piezas para ese tipo de armas, que son importadas de forma legal a nuestro país al ser etiquetadas como si se tratara de otros productos.
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Zúñiga explicó esta situación cuando se refirió al decomiso de 37 fusiles de asalto ocurrido la semana pasada en una casa de La Guácima de Alajuela, pues señaló que dichas armas habrían sido ensambladas en el país.
“La posibilidad más real que tenemos es que estas armas hayan ingresado al país en diferentes partes y que se hayan importado de manera legal, aduciendo alguna situación que es incorrecta. Por ejemplo, se podría haber importado algunas partes como accesorios para teléfonos celular, repuestos para refrigeradora o como chatarra, entonces esa situación hace que se dificulte la posibilidad de que se le pueda dar alguna trazabilidad a las mismas”, detalló el director del OIJ.
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Les sale más barato
El director del OIJ explicó que esta situación la tenían contemplada desde finales del año pasado y por cómo se están dando las cosas es posible que cada vez se vean más armas ensambladas en nuestro país.
Zúñiga destacó que esta modalidad resulta muy atractiva para los delincuentes, pues les sale más barato importar las piezas y armas, los fusiles que comprarlos.
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“Por un lado, importan la carcasa del arma como chatarra e importan algunas otras piezas, como el disparador, el percutor y se le pone algún otro nombre para que sea importado de forma legal pero con otra finalidad”.
Zúñiga mencionó que ya existen penas en el país para este tipo de situaciones donde se importan partes de armas que no son declaradas, pero el punto débil está en el hecho de que las personas que revisan dichos paquetes, deben ser capacitadas para detectar esas piezas y no caer en el engaño.