Un niño de solo nueve años acabó con el infierno que vivió su hermana mayor durante 13 años, al revelarle a la mamá que el papá la violaba y abusaba sexualmente de ella.
Gracias a que el chiquito rompió el silencio, el sospechoso fue investigado y condenado a 111 años de cárcel por los ataques.
La sentencia fue dictada por el Tribunal Penal de Limón y fue dada a conocer este viernes por la Fiscalía.
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Según detalló el Ministerio Público en un comunicado de prensa, las violaciones contra la afectada comenzaron en el 2004, cuando ella tenía solo cuatro años, y terminaron en el 2017.
El enfermazo aprovechaba los momentos en los que se quedaba solo en la casa con la hija para cometer los delitos.
Durante los últimos años de los ataque la menor confió en su hermanito y le estuvo contando lo que vivía, por lo que el 20 de setiembre del año anterior, el niño le contó a la mamá la situación y le pidió que ayudara a la jovencita.
Eso hizo que la mujer denunciara la situación en la Fiscalía.
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En el juicio se demostró que el sospechoso violó a la hija siete veces y abusó sexualmente de ella una vez.
Pese a la fuerte pena el hombre solo pasará en prisión 50 años, ya que esa es la pena máxima que la ley permite en Costa Rica.