José Luis Beltrán, el estadounidense que escogió Costa Rica para su despedida de soltero, aún recuerda la mirada de uno de los guías que lo llevó a él y a sus amigos a hacer rafting en el río Naranjo, el Quepos.
“Le vi el miedo en los ojos, le vi que había algo pata lo que él no estaba preparado y se sentía mal”, dijo Beltrán tres meses después de aquella tarde del sábado 20 de octubre del 2018, cuando murieron tres de sus seres queridos, entre ellos su hermano Sergio Lorenzo.
“... Había algo que ellos (los guías) no estaban muy seguros de hacer, finalmente nos subimos en la balsa, pero después de cinco minutos el agua era otra cosa”, recordó Beltrán en una conversación con la cadena hispana Univisión.
El último recuerdo que tiene de su hermano Sergio es cuando lo vio caer al río.
“Imaginé que estaba bien porque lo vi agarrado a la balsa y lo estaban subiendo. Me concentré en llegar a la orilla. Esa fue la última vez que lo vi”, mencionó.
Después supo que había muerto.
Además de Sergio Lorenzo fallecieron Ernesto Sierra, Jorge Caso, Andrés Dennis y uno de los guías de las balsas, el costarricense Kevin Thompson Reid.
Uno de los momentos más difíciles que ha afrontado se dio cuando tuvo que llamar a sus papás e informales la tragedia que había ocurrido en medio de un viaje de diversión.
Beltrán le dijo a Univisión que desde el accidente se le terminó la felicidad. La ilusión por la boda se había opacado. “En realidad es un momento que no te dan ganas de celebrarlo”, añadió.
Temieron más por la novia que por ellos
Mientras Beltrán, su hermano y 12 amigos del alma llegaron a suelo costarricense el jueves 18 de octubre para la despedida del soltero, Nicole –la novia– estaba en México disfrutando su despedida.
“Nosotros elegimos Costa Rica porque ya habíamos escuchado que es un país muy bello, tenemos familia en Costa Rica, era un lugar que siempre nos llamó la atención por la pesca y otras actividades”, dijo Beltrán.
Mencionó que antes del viaje temió por la vida de su amada. Jamás imaginaron que ellos serían los de la tragedia. “Estábamos más preocupados por las muchachas que por nosotros, por la mala reputación que tiene México, nunca nos preocupamos por ir o estar en Costa Rica”.
Luego de que Beltrán avisó a su familia tuvo que llamar a su amada, a quien ya le habían avisado. Cuando hablaron ella estaba llorando.
En marzo se casarán
La novia de Beltrán se llama Nicole y están juntos desde hace cinco años.
“Yo tenía veinticinco años, ella veinte cuando nos conocimos y después de eso hasta hoy (siguen juntos) ¡vaya, fue automático! (cuando se unieron)”, comentó.
Contó que pospusieron la fecha de la boda y pretenden hacerla este marzo, cinco meses después de la tragedia en el río.
Marco Caso, uno de los diez sobrevivientes, dijo que ha tenido pesadillas a consecuencia de la fatalidad. Él perdió a sus dos primos Ernesto Sierra y Jorge Caso. “Soy hijo único y ellos eran mis hermanos, con ellos crecí”, manifestó.
Marco se tatuó el brazo izquierdo unas rosas y dos relojes como una manera de recordar a sus seres queridos. “Trato de sentir que están conmigo”, dijo.
Thompson, el costarricense, no estaba registrado como guía ante el Instituto Costarricense de Turismo (ICT), pero según varios lugareños tenía años de experiencia.
Quepoa Expeditions, la empresa que les vendió los servicios a los extranjeros, tenía el permiso del Ministerio de Salud, pero no contaba con la declaración turística del ICT, una acreditación no obligatoria que verifica que las empresas tienen pólizas al día y servicios de alta calidad.
La muerte de los cinco muchachos sigue en investigación.