Un hombre de apellidos Moraga Mora (27 años) y su novia, de apellidos Sobalbarro Rugama, de 25, lideraban una organización que importaba de manera legal licor embotellado y etiquetado, pero fueron más allá y camuflaron estañones con etanol al 96% (producto que se usa para la elaboración de guaro).
Junto a la pareja trabajaban un hombre de apellidos Zamora Rodríguez (55 años), un hijo suyo de apellidos Zamora Gutiérrez (26 años) y otros sujeros apellidados Fonseca Cascante (64), Cordero Arguedas (63) y Fallas Carvajal (53).
De acuerdo con el OIJ, los sospechosos se dedican a la comercialización de licor embotellado y etiquetado que importado de forma legal desde Nicaragua.
En el pasado obtuvieron permiso para importar el aguardiente desde Nicaragua en estañones para embotellarla y etiquetarla en nuestro país, sin embargo, en dicho permiso se especifica que lo que deben contener los estañones importados es el producto finalizado, no etanol.
El grupo habría camuflado entre los estañones regulares otros que traían etanol en un 96% de concentración. Según las autoridades aquí lo revolvían con agua y lo vendían.
En la investigación se determinó que los sospechosos importaban el etanol de forma ilegal desde Honduras, Guatemala, El Salvador y Nicaragua.
En diciembre del 2020 a esta banda le decomisaron 30 litros de etanol.
A los integrantes del grupo los detuvieron en San Roque de Barva, en Heredia; en Poás de Alajuela, en Santa Gertrudis de Grecia; Tilarán, Guanacaste, en Florencia en San Carlos y en Santa Lucia en Barva de Heredia. Les decomisaron tres camiones que, al parecer, eran utilizados para la distribución del licor, aproximadamente ¢5 millones, 6 estañones que contendrían etanol puro al 96% y 600 cajas cada una con 24 unidades de licor listas para la venta.
El caso lo llevaron los investigadores de la Sección de Crimen Organizado y a los sospechosos los investigan por infracción a la Ley de Psicotrópicos.