Los agentes del Organismo de Investigación Judicial (OIJ) no encontraron manchas de sangre importantes en la patrulla en la que viajaban los tres policías que murieron baleados en Pocosol de San Carlos.
Wálter Espinoza, director del OIJ, dijo que eso sería un indicador de que luego de que los oficiales se volcaran en la patrulla salieron de ella y fue en el exterior donde recibieron los balazos. En la calle sí encontraron gran cantidad de sangre.
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Las víctimas mortales del hecho fueron Jonathan Zúñiga Arguedas, de 25 años; Santiago Méndez Tenorio, de 34 y Vianey Vásquez Molina, de 30.
Espinoza detalló que Jonathan viajaba como acompañante en la parte delantera del vehículo policial y que recibió un balazo en la parte trasera de la cabeza; Santiago era el chofer de la patrulla y recibió un balazo cerca de la oreja derecha que le salió por un cachete. Vianey presentaba un balazo en la sien derecha.
Los investigadores sostienen la hipótesis de que uno de ellos habría baleado en la cabeza a los dos compañeros y luego se disparó para quitarse la vida.
Este lunes los agentes judiciales volvieron al lugar a buscar los casquillos que falta encontrar, ya que el domingo solo encontraron uno. Se cree que la lluvia que caía cuando se dio el hecho habría movido los otros dos.
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Espinoza dijo que están a la espera de los resultados de las autopsias para tener más claro el panorama. Los agentes han estado entrevistando a compañeros de trabajo y a conocidos de las víctimas para saber si tenían algún tipo de problemas entre ellos.
También pedirán al MSP los expedientes de los fallecidos para saber si alguno tenía algún tipo de padecimiento o conflicto laboral.
Se sabe que uno de ellos había presentado en el pasado problemas de depresión.